La administración Biden ha decidido restringir los nuevos arrendamientos de petróleo y gas en una extensa área de la reserva federal de petróleo en Alaska, que abarca 13 millones de acres. Esta medida, revelada en un comunicado del Departamento del Interior de EE.UU., tiene como objetivo salvaguardar la fauna local, incluyendo el caribú y los osos polares, en respuesta al calentamiento acelerado del Ártico.
Esta decisión es el resultado de una prolongada deliberación sobre el equilibrio entre la explotación de recursos y la conservación ambiental en Alaska. La medida solidifica una propuesta inicial de protecciones anunciada el año pasado, coincidiendo con la aprobación del polémico proyecto petrolero Willow, que había desatado críticas de grupos ambientalistas.
La nueva medida para arrendamientos de petróleo y gas
El sistema establecido por la Oficina de Administración de Tierras (BLM) bajo la nueva regulación evaluará y actualizará periódicamente las áreas que requieren protecciones especiales debido a su valor ecológico o cultural. Además, se implementarán restricciones más rigurosas para futuros desarrollos y arrendamientos en estas zonas críticas.
Las voces ambientalistas han celebrado la decisión. Ellen Montgomery de Environment America y Jeremy Lieb de Earthjustice han expresado su satisfacción por las medidas, que consideran un avance significativo para la protección climática y la conservación de la naturaleza.
En contraste, algunos políticos republicanos, como el senador Dan Sullivan de Alaska, han criticado la decisión, argumentando que limita injustamente el desarrollo económico del estado y presagia futuras batallas legales. Sullivan y otros han expresado preocupación por la seguridad energética y el impacto económico negativo que estas restricciones podrían tener en Alaska.
Por su parte, la Secretaria del Interior, Deb Haaland, ha defendido la decisión, destacando la importancia de proteger los paisajes únicos de Alaska para las generaciones futuras y las comunidades nativas de la zona. Así mismo, la administración ha rechazado propuestas adicionales como la construcción de una carretera que facilitaría la extracción minera, reflejando un compromiso continuo con la gestión ambiental responsable.
Este nuevo enfoque regulatorio resalta la necesidad de equilibrar el desarrollo y la conservación, además de reflejas un cambio en la política nacional hacia una mayor responsabilidad ambiental. La medida podría servir como un precedente para otras áreas en EE.UU. y otros países donde los recursos naturales y la biodiversidad están en riesgo debido a actividades industriales. Esta acción recalca la importancia de la gobernanza ambiental en la era del cambio climático.
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Fuente: theguardian.com
Foto: shutterstock
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