Inspenet, 23 de diciembre 2023.
Héctor Casas, CTO de Roela, describe que el proyecto se originó de manera típica para ideas innovadoras, como resultado de una combinación de circunstancias. “Uno de nuestros colaboradores era piloto de helicóptero de rescate de mineros accidentados y de ahí nació la idea de analizar el mercado del oro“, cuenta.
Y añade: “Entendimos que mucho del oro que se extrae hoy en día se usa como reserva en todo el mundo. Al final, se funde lo que se ha obtenido, se pone en un camión y luego de ahí se transporta en un barco y normalmente va a la bóveda de un banco”.
Por lo tanto, prosigue, se cuestionaron “¿por qué deberíamos realizar la extracción de la tierra y llevar a cabo todo ese procedimiento para que el oro funcione como reserva de valor?“. Optaron por consultar a un geólogo en primer lugar, quien les calificó como “unos visionarios”.
“Tokenizar” el oro: ¿Cómo es posible?
Según Patricia Espíndola, CEO de Aurum41, su enfoque consiste en “tokenizar de manera única el oro que aún no ha sido extraído, respaldando nuestro security token con este valioso recurso que se encuentra en la tierra“.
Casas agrega que se enfrentaron a dos desafíos o necesidades; la primera era verificar la presencia del oro, lo cual, señala, se puede lograr fácilmente mediante la certificación canadiense NI43-101, un instrumento nacional para los estándares de divulgación de proyectos mineros en Canadá. Luego, agrega, tuvieron que “buscar una regulación sólida”. Encontraron esta regulación en Gibraltar, que se considera una de las principales a nivel mundial para activos digitales, lo que proporciona credibilidad en ambos aspectos.
Tanto la certificación como la regulación son fundamentales para respaldar su modelo de negocio, explica Casas. “Una garantiza la presencia del oro; la otra crea un respaldo financiero o security token, que está controlado y regulado“. En otras palabras, el contenido de la mina no podría ser objeto de hackeo, duplicación o invención.
La propiedad del oro sería compartida, ya que, para esta empresa, una vez que comience a operar, la web3 posibilitaría el acceso a una nueva capa tecnológica de autenticidad y propiedad digital del oro. Según Casas, en este momento “estamos en el proceso de obtener esa regulación, lo cual ocurrirá antes de fin de año. Actualmente, contamos con cinco yacimientos, dos en Argentina, uno en Chile y dos en México y estamos explorando otras ubicaciones“.
Además, su intención es ser considerados como socios estratégicos de las grandes empresas en lugar de competidores. “Nuestra esperanza es que este proceso pueda ser replicado por las grandes empresas mineras para yacimientos que no están siendo explotados o que no son económicamente rentables para su explotación. Lo que garantizamos es que en cualquiera de nuestros proyectos, la tierra no será explotada“.
Adicionalmente, han incorporado una dimensión social al proyecto no extractivo, ya que un porcentaje de las ventas de estas propiedades se destinaría a las comunidades locales para compensar la falta de empleo.
Para los fundadores de este proyecto innovador y para otros emprendedores, sin duda, ha llegado un momento completamente nuevo: ahora es tecnológicamente posible tokenizar actividades contaminantes o costosas que no aporten valor en las siguientes etapas de la cadena.
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