Volvo Cars ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad al sustituir el gas natural por biogás en su planta de Taizhou en China, logrando así que sea su primera instalación en el país en alcanzar la neutralidad climática. Este cambio resultará en una notable disminución de emisiones, estimada en más de 7.000 toneladas de CO₂ al año.
Además, este avance en Taizhou representa solo una fracción de las emisiones totales de Volvo, que suman 43 millones de toneladas de CO₂, pero es fundamental para el objetivo de la empresa de tener operaciones de fabricación que no impacten el clima para 2025 y disminuir las emisiones en todas sus operaciones a nivel mundial. Este esfuerzo es parte del compromiso más amplio de Volvo de eliminar las emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2040.
Uso de biogás: la estrategia de Volvo Cars
En cuanto al biogás, este no es el único recurso sostenible que la fábrica de Taizhou utiliza. Anteriormente, la planta ya empleaba electricidad generada de fuentes sin impacto climático, y este nuevo paso asegura que el sistema de calefacción también sea climáticamente neutro. Este es un logro que sigue al de la planta de Torslanda en Gotemburgo, Suecia, que fue el primer sitio de Volvo en alcanzar la neutralidad climática.
Volvo Cars también destaca que el 40% de la electricidad utilizada en Taizhou se produce a través de paneles solares propios, con planes de incrementar este porcentaje en el futuro. El 60% restante proviene de la red eléctrica y es también de origen solar, lo que asegura que todas las necesidades energéticas de la fábrica, incluyendo la calefacción, sean cubiertas por fuentes libres de impacto climático.
Finalmente, Volvo ha actualizado recientemente su estrategia de sostenibilidad con objetivos ambiciosos para los próximos años, subrayando la importancia de reducir las emisiones directas antes de considerar la compensación de carbono para las emisiones inevitables. La compañía también está motivando a sus proveedores a adoptar medidas similares.
Javier Varela, director de operaciones y consejero delegado adjunto de Volvo Cars, destacó la importancia de adaptar las fuentes energéticas a las opciones disponibles regionalmente. “Nos movemos rápidamente hacia alternativas energéticas sostenibles cuando son viables”, comentó Varela, subrayando el compromiso de Volvo con una mezcla energética de neutralidad climática para cada una de sus fábricas a nivel mundial.
Beneficios adicionales de la neutralidad climática
Más allá de la reducción de emisiones, alcanzar la neutralidad climática en las fábricas de Volvo tiene beneficios adicionales que incluyen la mejora de la eficiencia energética y la reducción de los costos operativos a largo plazo. Tales prácticas no solo contribuyen al medio ambiente, sino que también ofrecen un valor económico al reducir la dependencia de combustibles fósiles y optimizar el consumo de recursos.
Esto puede traducirse en una ventaja competitiva en la industria automotriz, donde la sostenibilidad se está convirtiendo rápidamente en un criterio clave para los consumidores a la hora de tomar decisiones de compra.
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Fuente: elperiodicodelaenergia.com
Foto: shutterstock
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