Inspenet, 17 de septiembre 2023.
Investigadores de la Universidad Queen’s de Belfast están convirtiendo las palas de los aerogeneradores, que en su destino final suelen ir a vertederos o incineradoras, en pasarelas que tienen la capacidad de soportar hasta 30 toneladas.
La expansión de los parques eólicos ha sido notable en todo el mundo, pero esta tendencia plantea un importante desafío medioambiental en la actualidad. Además, se proyecta que, considerando una vida útil promedio de 20 años, para el año 2042 se habrán desmontado alrededor de 8.6 millones de toneladas de palas en todo el mundo.
Para abordar este desafío, se ha establecido la red de investigación transatlántica “Re-Wind”, cuyo propósito es descubrir nuevas formas de reutilizar las palas de aerogenerador. A través de la colaboración de expertos en geografía, arquitectura de diseño e ingeniería, se ha encontrado que utilizando únicamente dos, es posible crear un puente.
Los miembros de la red de colaboración incluyen la Queen’s University de Belfast, el University College de Cork, el Georgia Institute of Technology, la City University de Nueva York y la Munster Technological University de Cork.
Un nuevo uso a las palas de los aerogeneradores
Hasta ahora, el equipo ha completado con éxito la construcción de dos pasarelas en Irlanda. Estos puentes, elaborados a partir de dos palas de aerogenerador, son conocidos como “BladeBridges” y han superado pruebas exhaustivas en mayo. Además, se está actualmente en proceso de construcción de un tercer puente en Georgia, específicamente en Atlanta.
Además de los puentes, el equipo también ha estado investigando la posibilidad de utilizarlas para crear paradas de autobús, barreras, mobiliario urbano y torres de telecomunicaciones.
Jennifer McKinley es catedrática de Geografía en la Escuela de Medio Ambiente Natural y Construido. Dirige el proyecto en la Universidad Queen’s de Belfast y afirma: “Estoy encantada de que el trabajo conjunto nos haya permitido encontrar una forma de reutilizar las palas de los aerogeneradores. Esto sólo puede ser algo bueno, ya que sin intervención acabarían en el vertedero o tendrían que ser incineradas. Con tantas a punto de llegar al final de su vida útil, tenemos que encontrar la manera de transformarlas en algo útil”.
Así mismo, en la construcción del puente en Draperstown, se emplearon diseños asistidos por computadora (CAD) y se incorporaron pernos a las palas de aerogenerador. Sin embargo, surgieron preocupaciones entre los investigadores sobre la posibilidad de que estas se dañaran al agregarles peso adicional. Se llevaron a cabo pruebas en las que se aplicó una carga de 34 bloques, cada uno con un peso de 1.100 Kg y los resultados fueron satisfactorios: el puente resistió una cantidad de peso mucho mayor de lo anticipado.
Por su parte, Kenny McDonald, director técnico de la Escuela de Medio Ambiente Natural y Construido de la Universidad de Queen’s, declaró: “Diseñamos el puente para evitar fallos y durante las pruebas no se produjo ningún desgarro, ningún fallo en absoluto. Seguimos cargando estos bloques de hormigón y no conseguimos que el puente fallara”.
Tres de los investigadores que forman parte de la Universidad College Cork y la Munster Technological University han establecido una empresa basada en los resultados de la investigación Re-Wind, la cual han denominado BladeBridge. Esta empresa se ha dedicado a explorar distintas aplicaciones para las aspas de aerogenerador.
Cabe destacar que el puente ubicado en Cork se completó en enero de 2022 y fue financiado mediante la iniciativa Project Ireland 2040 del Ministerio de Transporte de Irlanda. El segundo puente recibió financiamiento de la Science Foundation Ireland, el Departamento de Economía de Irlanda del Norte y la National Science Foundation de Estados Unidos a través de la colaboración de investigación US-Ireland R&D Partnership.
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