Inspenet, 19 de noviembre 2023.
CopenHill, una peculiar instalación de transformación de residuos en energía limpia, ha estado operativa durante cinco años en Copenhague, Dinamarca. Esta reemplaza en parte a la antigua planta de incineración de Amager, que está en proceso de transición de carbón a biomasa.
Además de su función principal, la planta alberga una pista de esquí y snowboard con césped artificial, un rocódromo, una ruta de escalada, una cafetería y hasta un espacio para el après-ski. Sin embargo, sus características no se detienen aquí.
La generación de energía limpia no se detiene
CopenHill, que cuenta con un diseño innovador y sorprendente, es una planta de conversión de residuos en energía limpia con una superficie de 41,000 m2 que funciona las 24 horas del día, los 365 días del año, proporcionando electricidad anualmente a 30,000 hogares y calefacción central para 72,000 edificios en la ciudad de Copenhague.
Alrededor del 23% de los residuos incinerados en Copenhill provienen de los hogares de los cinco municipios a los que sirve, mientras que el resto corresponde a residuos comerciales e industriales. Solo en 2022, la planta transformó 599,000 toneladas de residuos en calor y electricidad, según datos oficiales de la instalación.
Su peculiar microclima “restaura un paisaje biodiverso mientras absorbe el calor, elimina las partículas de aire y reduce la acumulación de agua de lluvia en la superficie”, según los encargados.
Bajo las laderas, los hornos, el vapor y las turbinas convierten toneladas de desechos en energía limpia, abasteciendo de electricidad y calefacción urbana a cientos de miles de hogares mediante tecnología de vanguardia. El equipo necesario ocupa diez pisos de espacio administrativo, incluyendo un centro educativo de 600 m² para visitas académicas, talleres y conferencias sobre sostenibilidad.
El costo de pasar el día en la peculiar planta es de alrededor de 200 coronas danesas (aproximadamente 27 euros).
CopenHill “es un claro ejemplo de sostenibilidad, ya que una ciudad sea sostenible no solo es mejor para el medio ambiente, sino que también es más agradable para la vida de sus ciudadanos”, dice Ingels.
Dado el constante ajetreo que caracteriza a este edificio a lo largo de todo el año, se observa que ha alcanzado con éxito su objetivo. Además, CopenHill aspira a ser un factor clave para que Copenhague alcance su ambicioso objetivo de convertirse en una ciudad libre de carbono para el año 2025.
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