Inspenet, 1 de septiembre 2023.
Endesa ha procedido a la voladura simultánea de las dos torres de refrigeración y de la antigua chimenea del grupo 3 de la central de carbón de Compostilla (León), que aunque supone todo un reto, es un paso más en el proceso de cierre de las centrales de carbón que la compañía está llevando a cabo y que completará en diciembre de 2025.
En este sentido, para la realización de esta actuación se ha diseñado un exhaustivo procedimiento con el objetivo de garantizar unas condiciones absolutas de seguridad y efectivas de demolición.
Esta misma prevención se está aplicando en todos los procesos que conforman los trabajos en curso en la planta, que además tienen como objetivo revalorizar, al menos, el 90% de los residuos que se generen.
Esos trabajos previos a la demolición se iniciaron en junio de 2022 con la retirada y gestión de los equipos en los que se producía el intercambio de calor, compuestos básicamente por materiales de relleno plástico situados en su interior. También se acondicionó y separó la parte externa de la interna, se desvincularon los elementos unidos a la torre y se desmanteló el equipamiento situado en la zona de afección.
Demolición de equipos en la central de carbón
Para la voladura de las dos torres se han empleado 1.176 barrenos y otros 100 para la chimenea, completando un total de 224 kilos de explosivo, que se han colocado en los pilares de las torres y en la base de la chimenea mediante taladros distribuidos para dirigir la caída en la dirección planificada. En el proyecto se ha fijado un radio de seguridad de 400 metros desde cada una de las estructuras.
La detonación se ha realizado de forma secuenciada en las dos torres y en la chimenea (en 4 segundos se han detonado todos los explosivos) para minimizar la vibración del terreno y las proyecciones de material.
La voladura ha producido 16.900 toneladas de residuos aproximadamente (básicamente hormigón), que serán gestionados de acuerdo con la normativa medioambiental. Estos residuos se valorizarán en obra al ser usados como material de relleno, por su carácter inerte, segregando previamente el hierro que se retirará para su valorización y nuevo uso.
Para minimizar la afección del polvo derivado de la explosión se han instalado en el perímetro de las torres y en la chimenea, sistemas de irrigación y nebulización de agua, en servicio incluso durante el momento de la detonación.