Inspenet, 25 de septiembre 2023.
La misión OSIRIS-REx que fue lanzada en 2016, ha logrado con éxito traer a la Tierra la primera muestra de gran volumen de un asteroide, que consiste en 250 gramos de polvo y rocas del objeto espacial Bennu, tal como estaba planificado.
El día de ayer, la cápsula OSIRIS-REx que contenía la mencionada cantidad de material proveniente de Bennu, ha aterrizado en el Campo de Pruebas y Entrenamiento de Utah, una instalación militar designada por la NASA como zona de aterrizaje para este compartimento, que ya había sido utilizada en operaciones similares anteriormente.
Más detalles sobre el asteroide Bennu
La muestra, compuesta por roca y polvo, será transportada a una estructura especial en la base antes de ser enviada, mañana, al Centro Espacial Johnson en Houston, donde se someterá a un estudio exhaustivo durante los próximos dos años.
Este aterrizaje marca el final de la misión OSIRIS-REx que la NASA lanzó el 8 de septiembre de 2016 con destino a Bennu, un objeto que se encuentra a millones de kilómetros de distancia de la Tierra y tiene un diámetro de 500 metros.
Cabe destacar que la sonda enviada alcanzó a Bennu en diciembre de 2018 y pasó los dos años siguientes examinándolo detenidamente, evaluando aspectos como el mejor lugar para llevar a cabo la recolección de muestras. Finalmente, en octubre de 2020, realizó este procedimiento y al entrar en contacto con el asteroide, descubrió que su masa estaba formada por partículas que se mantenían unidas debido a la fuerza de gravedad, lo que le otorgaba una superficie similar a la de una piscina de bolas.
Después de completar esta operación, la sonda emprendió su regreso a la Tierra en mayo de 2021, llegando finalmente este domingo. Al acercarse a la atmósfera terrestre, separó la cápsula espacial que albergaba las muestras. Esta ingresó a una velocidad superior a los 44.000 Km/h y luego redujo su velocidad gradualmente mediante la apertura de sus paracaídas, aterrizando suavemente en el desierto de Utah a una velocidad de tan solo 15 Km/h.
Mediante el análisis de las partículas recolectadas, los investigadores tienen la expectativa de avanzar en la comprensión de los orígenes de la vida en la Tierra y del proceso de formación del sistema solar.
A pesar de que no se trata de la primera muestra de un asteroide obtenida, lo que hace destacar esta ocasión es la cantidad sin precedentes de material recolectado. En el año 2020, la Agencia Espacial Japonesa logró un logro similar, aunque la cantidad obtenida fue mínima, equivalente a no más que una pequeña cucharadita.
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