Investigadores de la Universidad de São Paulo y la Universidad de Princeton desarrollaron un método para reutilizar residuos de cemento en una alternativa de bajo carbono con propiedades comparables al cemento Portland tradicional.
¿Cómo funciona la tecnología del cemento reciclado?
La clave del nuevo proceso está en aplicar calor a 500 °C a los residuos pulverizados de hormigón, recuperando sus propiedades aglutinantes sin emitir tanto CO₂ como otros procesos, luego lo mezclan con un poco de cemento Portland o piedra caliza para reforzarlo.
Según el artículo publicado en ACS Sustainable Chemistry & Engineering, este cemento regenerado puede formar mezclas con hasta 80% de contenido reciclado y mantener la resistencia estructural que exige la industria.
Claire White, profesora de ingeniería civil en Princeton, mencionó que combinar el polvo reciclado con cantidades menores de cemento convencional o piedra caliza permite mejorar la porosidad, reducir la demanda de agua y aumentar la resistencia mecánica del material final.

Un enfoque más limpio para el cemento
Se estima que la producción de este cemento reciclado genera entre 198 y 320 kg de CO₂ por tonelada, lo que representa hasta un 40% de emisiones que otras soluciones comerciales de bajo carbono como el cemento de arcilla calcinada.
Además, el uso de residuos de demolición contribuye a la economía circular al reducir el volumen de desechos enviados a vertederos y recuperar materiales para nuevas obras. Sérgio Angulo, profesor en São Paulo, subraya que es una manera directa de cerrar el ciclo de los materiales de infraestructura urbana.
Barreras y próximos pasos para el reciclaje de hormigón
A pesar de sus beneficios, escalar esta tecnología requerirá mejoras en la clasificación y tratamiento de residuos de construcción. También será necesario actualizar los códigos de edificación, que aún se basan en recetas tradicionales centradas en el cemento Portland, en lugar de estándares de desempeño.
Varios países ya han comenzado a adoptar normas más flexibles. En Brasil, por ejemplo, se están implementando requisitos de desempeño para elementos no estructurales. Esta apertura normativa podría permitir una adopción más amplia del cemento reciclado y de otras soluciones sostenibles.
Una alianza para innovar en construcción
La colaboración entre Princeton y São Paulo permitió combinar experiencia en caracterización de materiales y aplicación práctica. Esta sinergia ha facilitado avances tanto en comprensión atómica del proceso de termoactivación como en validación de propiedades mecánicas.
Los investigadores creen que este desarrollo puede sentar las bases para una nueva generación de materiales de construcción: más sostenibles, con menor huella de carbono y preparados para responder a las exigencias de un planeta que necesita soluciones duraderas.
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Fuente y foto: Universidad de Princeton