La Revisión Estadística de la Energía Mundial 2023 ha documentado un hecho histórico: EE.UU. ha experimentado la reducción más significativa de emisiones de carbono de cualquier nación en los últimos quince años. Esta disminución, que suma 879 millones de toneladas métricas, refleja el compromiso del país con prácticas energéticas más limpias y sostenibles, abarcando desde la energía hasta las emisiones industriales y la producción de combustibles fósiles.
En comparativa, el país americano ha reducido sus emisiones en un 14%, aunque menor que las reducciones observadas en el Reino Unido y España, que registraron disminuciones del 40% y 33%, respectivamente. Este contexto subraya la escala del desafío global y la importancia de continuar avanzando en la reducción de emisiones.
Objetivos ambiciosos en la reducción de emisiones de carbono
El informe señala un aumento significativo en las emisiones de algunos países, con China encabezando la lista. El crecimiento de las emisiones chinas supera en un 60% la suma de las reducciones de los diez países con mayores disminuciones, un desafío continuo que enfrenta el mundo en la reducción de las emisiones globales de carbono.
Este período de 15 años coincide con el “auge del fracking” en Estados Unidos, que no solo llevó a la mayor disminución de las emisiones de carbono, sino también a un incremento significativo en la producción de energía. La sustitución del carbón por gas natural ha jugado un papel crucial en este logro, dada la menor huella de carbono del gas natural en comparación con el carbón.
El cambio significativo en la mezcla energética de Estados Unidos desde 2007 ha sido evidente. Por ejemplo, el carbón dominaba con más del 40% de la producción de energía, en cambio, el gas natural solo representaba el 20% de uso en el país. En el año 2022, estas cifras se invirtieron, evidenciando el desplazamiento del carbón por el gas natural como una estrategia efectiva para reducir las emisiones.
Transición de energías contaminantes a energías más limpias
A menudo, el gas natural es citado como un combustible de transición hacia una economía baja en emisiones de carbono. Los datos de producción de energía de Estados Unidos muestran claramente esta transición, con el gas natural duplicando su participación a expensas del carbón. Esta transformación ha sido fundamental para la reducción de las emisiones de carbono del país.
Recientemente, se ha debatido el impacto de las energías renovables en la disminución del consumo de carbón. Aunque estas fuentes de energía limpia han contribuido a la reducción de emisiones, el papel del gas natural en este proceso ha sido, en ocasiones, subestimado o malinterpretado.
Un precedente histórico que requiere nuevas estrategias
En pocas palabras, Estados Unidos ha establecido un precedente en la reducción de emisiones de dióxido de carbono, destacando la eficacia de cambiar a fuentes de energía más limpias como el gas natural. Aunque las energías renovables son esenciales para una transición energética sostenible, el gas natural ha demostrado ser un factor determinante en el logro de reducciones de emisiones a corto plazo.
La evaluación de la Revisión Estadística de la Energía Mundial valida el progreso significativo de Estados Unidos en la reducción global de emisiones, enfatizando la necesidad de estrategias de transición energética que equilibren la eficiencia, la sostenibilidad y la viabilidad económica. La trayectoria de Estados Unidos ofrece lecciones valiosas y un modelo a seguir para otros países en la búsqueda global de soluciones al cambio climático.
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Fuente: oilprice.com