Así fue la voladura de la última caldera en la central térmica de Carboneras

El proceso requirió el uso de 260 detonadores, 175 kilos de explosivo y 158 cargas de cortes lineales.
momento de la voladura de la última caldera en la central térmica de Carboneras

Endesa culmina otro paso en el desmantelamiento de la histórica central térmica Litoral de Carboneras (Almería) con la voladura de la última caldera del Grupo 1, un proceso que marca el cierre definitivo de una planta que estuvo operativa durante más de 40 años. Esta caldera tenía una altura de más de 80 metros y fue una de las últimas estructuras metálicas de la planta.

Voladura de la caldera en la central térmica de Carboneras

El proceso de demolición de la planta, que comenzó en 2021, ha sido complejo debido a las características metálicas de la infraestructura. Las voladuras, que se han realizado en etapas, requirieron un análisis exhaustivo y una planificación detallada, con perforaciones en la cimentación, debilitaciones en las estructuras y el uso de explosivos para garantizar la seguridad en el proceso.

En total, se han utilizado 260 detonadores, 175 kilos de explosivo y 158 cargas de cortes lineales, todo ello en un radio de seguridad de 400 metros, según informa El Periódico de la Energía.

La central térmica, que operaba con una potencia de 577 megavatios, cerró sus puertas en 2021 y el proceso de desmantelamiento se alinea con los principios de economía circular, buscando revalorizar más del 90% de los materiales, con la meta de obtener el certificado de residuo cero. La labor ha generado empleo local, con más del 50% de la mano de obra proveniente de la región.

Impacto ambiental

Además, el impacto ambiental ha sido mitigado gracias al reciclaje de las 76.000 toneladas de residuos generados, que serán gestionadas según las normativas medioambientales. Este proceso ha permitido a Endesa donar más de 1.000 elementos de la planta a diversas entidades públicas y privadas en toda España, dando una segunda vida a estos materiales.

Con la finalización de esta última voladura, sólo queda pendiente la demolición de la nave de tolvas y la cinta que transportaba el carbón, para lo cual se evaluará el mejor método de ejecución. El desmantelamiento, que tiene un plazo estimado de entre cuatro y seis años, se lleva a cabo por la UTE Lecalde, formada por las empresas Caldererías Indálicas y Lezama Demoliciones, especializadas en desmantelamientos industriales.

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Fuente: Endesa vía X

Foto: sitio web de Endesa