La colaboración entre el Fondo de Defensa Ambiental (EDF), una organización sin fines de lucro y Google ha dado lugar al desarrollo de la misión MethaneSAT, un proyecto pionero que prevé el lanzamiento de un satélite de medición de metano dotado de inteligencia artificial para la cuantificación, mapeo y mitigación de las emisiones de metano derivadas de las operaciones de petróleo y gas a escala global.
Este esfuerzo conjunto promete generar el análisis más exhaustivo hasta la fecha sobre las emisiones de metano.
El lanzamiento del MethaneSAT
Programado para su lanzamiento en marzo, este satélite tiene como finalidad medir las emisiones de metano de las operaciones de petróleo y gas en todo el mundo, con los primeros datos e imágenes esperados para el inicio del verano.
El objetivo principal de esta misión es ofrecer una visión detallada de las emisiones de metano, facilitando la identificación de las principales fuentes de fugas y los responsables de las mismas. Este paso es crucial en un momento en que los reguladores están incrementando la presión para establecer normativas más rigurosas que limiten las emisiones de metano de las instalaciones de petróleo y gas.
“Lo que estamos haciendo es equiparnos con unas gafas de altísima resolución que nos permitirán observar la Tierra y estas emisiones con una claridad sin precedentes“, explicó Steve Hamburg, científico jefe y líder del proyecto MethaneSAT en EDF. Según MIT Technology Review, MethaneSAT empleará espectrómetros para medir las concentraciones de metano y utilizará algoritmos de inteligencia artificial de Google para elaborar mapas globales detallados de la infraestructura de petróleo y gas.
¿Cómo funcionará el satélite de medición de metano?
Los datos recabados serán de gran utilidad para investigadores, reguladores y el público en general, permitiendo abordar de manera efectiva las fugas de metano. EDF planea utilizar el Sistema de Alerta y Respuesta de Metano de las Naciones Unidas para compartir información sobre las fugas de metano con gobiernos y responsables de políticas, incentivando así la toma de medidas correctivas.
Sin embargo, el informe también subraya las preocupaciones de los expertos sobre los desafíos que esta colaboración no puede superar por sí sola. Un desafío significativo es el complejo proceso de convertir la identificación de fugas de metano en acciones concretas para mitigarlas. Aunque la colaboración proporcionará datos e insights valiosos, no puede por sí misma, resolver el problema. La identificación de los propietarios de la infraestructura responsable de las fugas y la implementación de medidas efectivas para abordarlas son tareas complejas.
Además, la vasta cantidad de operaciones de petróleo y gas a nivel mundial representa un desafío formidable en términos de recopilación de datos, análisis y aplicación de regulaciones. A pesar de estos obstáculos, los expertos mantienen un optimismo cauteloso sobre cómo los avances tecnológicos, como el monitoreo satelital y la inteligencia artificial, pueden mejorar significativamente la capacidad de la misión para abordar las emisiones de metano y mitigar su impacto en el cambio climático.
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