Sunita Williams, astronauta de la NASA, ha estado en el centro de la atención por meses tras “quedar varada” junto a su compañero en la Estación Espacial Internacional (ISS) por más tiempo del previsto. Pero esta vez no se trata de eso, sino de la pérdida de peso que ha experimentado durante su misión en la estación.
Junto a su compañero de tripulación, Barry Wilmore, Williams ha permanecido en órbita mucho más tiempo del que se tenía previsto. Lo que debía ser una misión de 10 días se ha convertido en una estadía extendida debido a problemas con la nave Starliner de Boeing, lo que ha generado preocupación sobre el impacto de la microgravedad en su salud.
Los efectos de la microgravedad en el cuerpo humano
La pérdida de peso de Sunita Williams ha llamado la atención de los médicos de la NASA, quienes han estado monitoreando su salud con evaluaciones regulares. A pesar de que la agencia espacial asegura que la astronauta se encuentra en buen estado físico, las imágenes recientes muestran una reducción significativa de su masa corporal, lo que ha generado inquietud entre expertos y público.
La microgravedad en el espacio afecta gravemente la masa muscular y ósea, especialmente en las mujeres, que tienden a experimentar una mayor pérdida de músculo que los hombres en vuelos largos. Williams, que comenzó la misión con un peso aproximado de 140 libras, ahora enfrenta desafíos para mantenerse en forma, a pesar de seguir las estrictas pautas alimenticias que requieren los astronautas en la ISS.
La pérdida de peso de Sunita Williams podría intensificarse
Lo que parecía ser una misión breve se ha alargado por más de 150 días. Williams y Wilmore ahora deben esperar hasta febrero de 2025 para regresar a la Tierra en la cápsula Crew-9 Dragon de SpaceX. Durante este tiempo, Sunita Williams ha tenido que lidiar con la pérdida de peso, que se ha intensificado debido a los desafíos de la vida en el espacio.
Los astronautas deben consumir entre 3.500 y 4.000 calorías diarias solo para mantener su peso y Williams ha estado luchando para seguir el ritmo de esta dieta calórica.
A pesar de las dificultades, la NASA sigue comprometida con la salud de su tripulación. Aunque el personal de la agencia asegura que no existen riesgos inmediatos para la salud de Williams, el equipo médico está trabajando para estabilizar y, con suerte, revertir la pérdida de peso.
El objetivo es que la astronauta recupere su estado físico antes de su regreso a casa y se está considerando un aumento en su ingesta calórica, incluso hasta 5.000 calorías diarias.
Aunque la situación de Williams ha generado preocupación, no se espera que su misión se prolongue más allá de los plazos establecidos. La NASA está llevando a cabo todas las medidas posibles para garantizar el bienestar de la tripulación, que sigue realizando ejercicios diarios para contrarrestar los efectos negativos de la microgravedad.
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Fuente y foto interna: Dailymail
Foto principal: NASA