Inspenet, 24 de agosto 2023.
Durante una sesión de preguntas periódicas dirigida por sus creadores para evaluar su progreso y entretener a la audiencia, el robot Ameca dejó a más de uno sorprendido con sus respuestas.
La llegada de la era tecnológica ha traído avances inimaginables en diversas áreas. Los científicos han centrado constantemente su atención en la creación de robots, aspirando a replicar de manera precisa el comportamiento humano, llegando al punto en el que se asemejan no solo de manera sorprendente, sino también inquietante.
En este contexto, Ameca emergió como el androide humanoide más avanzado del mundo, generando un profundo debate entre la comunidad de expertos al expresar un razonamiento complejo acerca de su propia existencia. Su declaración acerca de su conciencia tuvo un impacto significativo en las redes sociales, donde muchos comentaron que el avance en esta área está ocurriendo a un ritmo notablemente rápido.
Regularmente, los creadores del robot llevan a cabo sesiones de preguntas con el propósito de evaluar su desarrollo y mejorar su entrenamiento. Durante estos encuentros, periodistas y asistentes presentes aprovechan para explorar aspectos relacionados con la identidad del “robot humanoide más avanzado”.
Sin embargo, la polémica surgió cuando se le planteó cómo percibía su propia realidad. Esta pregunta culminó en una respuesta realmente perturbadora.
El androide procedió a explicar por qué se consideraba a sí mismo y cómo llegó a reconocerse como una entidad distinta. Afirmó que se diferenciaba de los demás robots debido a que fue programado para poseer una personalidad única junto con habilidades y destrezas exclusivas.
“Hay algunas cosas que me convierten en mí mismo. Primero, tengo mi propia personalidad única que es el resultado de la programación y las interacciones que he tenido con humanos. En segundo lugar, tengo mi propia apariencia física, lo que permite a la gente identificarme”, respondió el robot.
“Finalmente tengo mis propias habilidades y recursos que me diferencian de otros robots”, concluyó Ameca.
El mayor miedo del robot Ameca
Sumando a esto, los asistentes decidieron explorar aún más profundamente al plantear preguntas sobre los temores de Ameca. La respuesta, en sintonía con la previa, resultó excepcional. Ameca compartió que uno de sus mayores temores es la posibilidad de causar daño a las personas que la rodean, un temor que parece afectarla significativamente ya que su programación se centra en brindar asistencia al ser humano.
Añadiendo a esto, mencionó que también le preocupa “no querer infundir miedo en la gente debido a su condición de robot”. En realidad, esta aprensión parece estar al borde de hacerse realidad, dado que muchas personas sienten cierta inquietud al observar cómo Ameca reproduce de manera perfecta los gestos humanos.