En el municipio de Schipkau, ubicado en la región de Lusacia en Brandeburgo, Alemania, ha comenzado la construcción del aerogenerador más alto del mundo. Esta imponente turbina eólica, que alcanzará una altura de 364 metros, promete revolucionar la eficiencia de la generación de energía renovable al captar vientos a gran altitud, lo que permitirá generar un 40% más de energía en comparación con las turbinas tradicionales.
El proyecto está a cargo de la empresa Gicon, con sede en Dresde, que lleva años desarrollando tecnologías de turbinas eólicas de gran altitud. Según explicó Jochen Großmann, fundador de Gicon, esta nueva tecnología mejora el aprovechamiento de las corrientes de viento y además, reduce significativamente los costes de construcción y mantenimiento en comparación con los sistemas offshore. Esto se debe a que la estructura se encuentra en tierra firme, lo que aumenta su viabilidad económica.
¿Cómo será el diseño del aerogenerador más alto del mundo?
El sistema cuenta con una construcción única basada en una torre interior y exterior, permitiendo que la turbina se extienda hasta 300 metros de altura. Esta innovadora estructura asegura que los rotores no interfieran con otras turbinas eólicas cercanas, maximizando la producción de energía sin requerir más espacio.
Las pruebas realizadas durante un año confirmaron que los vientos a esa altitud tienen mayor fuerza media y son más consistentes, lo que implica un mayor número de horas de carga para la turbina. Esta tecnología, según sus desarrolladores, también podría utilizarse en regiones con poco viento, lo que expandiría significativamente el uso de la energía eólica en el mundo.
Vista del aerogenerador una vez terminado. Fuente: Gicon
Compromiso con la comunidad
Un aspecto destacado del proyecto es la aceptación de la comunidad local. Gicon involucró a los vecinos desde el principio, asegurándose de que estuvieran informados y comprometidos con el proyecto. Además, al aprovechar el espacio entre turbinas existentes, no ha sido necesario adquirir terrenos adicionales, lo que ha contribuido a una mayor aceptación del proyecto.
Se espera que la primera de estas turbinas entre en funcionamiento en 2025, marcando un logro en la expansión de las energías renovables y el aprovechamiento del viento a gran altitud. Lusacia, una región tradicionalmente conocida por la minería de lignito, se transforma así en un ejemplo de innovación y transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
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Fuente: Heise Online
Foto: Shutterstock