Introducción
Los derrames de petróleo representan una amenaza grave para los ecosistemas marinos, desencadenando una serie de efectos devastadores que pueden perdurar durante semanas e incluso meses en caso de no tomarse medidas rápidas y eficaces para su contención y limpieza. Ante estos peligros inminentes, es crucial contar con sistemas de respuesta rápida ante derrames, para contener y limpiar las acumulaciones de petróleo, mitigando así su impacto devastador en los ecosistemas marinos y en la salud humana.
A medida que actividades como la exploración y extracción de petróleo en alta mar siguen expandiéndose, las probabilidades de que sucedan derrames futuros aumentan exponencialmente. Debido a ello, es necesario el contar con sistemas de respuesta rápida para mitigar y reducir estos desafortunados eventos que representan un peligro para la vida marina y la industria offshore.
¿Qué son los sistemas de respuesta rápida ante derrames?
Son mecanismos de planificación y acción que permiten a los propietarios u operadores de instalaciones manejar eficazmente los derrames de hidrocarburos. Dichos mecanismos están compuestos por un plan que engloba el compromiso de los trabajadores, los equipos y documentación protocolar necesaria para la protección contra derrames1. Adicionalmente, este tipo de sistemas cuentan con programas de inspección o vigilancia para detectar fallos y/o derrames, con la finalidad de asegurar una detección temprana y una respuesta oportuna.
En el sector offshore, los sistemas de respuesta rápida ante derrames son cruciales para la prevención de vertidos y la protección ambiental, debido a que los protocolos aseguran una gestión eficiente y efectiva de emergencias, ideal para la reducción del impacto de derrames de hidrocarburos. La implementación de tales planes de contingencia permite una rápida movilización de recursos humanos y técnicos, garantizando una respuesta inmediata y coordinada para el óptimo desarrollo de las operaciones de contención.
Diseño y funcionamiento de los sistemas de respuesta rápida
El diseño y funcionamiento de los sistemas de respuesta rápida ante derrames de petróleo se estructura en varias fases críticas, cada una con un enfoque específico para garantizar una preparación y respuesta ideales. Las principales etapas son:
Definición del alcance de un plan de contingencia
Esta fase implica la creación de un marco sólido de preparación y respuesta que considera las directrices corporativas y la legislación a nivel local y nacional1. Esta etapa se basa en la identificación y consulta de las partes interesadas para asegurar que el plan refleje adecuadamente sus necesidades y requisitos.
Desarrollo de escenarios de derrames
Implica el análisis exhaustivo de los posibles riesgos y eventos que pueden experimentar los sistemas de respuesta. La importancia de esta fase radica en que ayuda a identificar los escenarios de planificación más críticos, incluyendo los peores casos posibles1. Una vez realizados los análisis de riesgos de los posibles escenarios, se proceden a desarrollar las estrategias de respuesta, las cuales se dividen en planes de respuesta estratégicos y tácticos.
Por último, se determina la capacidad de respuesta necesaria y a partir de allí se crean los sistemas de respuesta rápida ante derrames, que deben ser revisados y actualizados periódicamente para incorporar cualquier cambio en los riesgos o en el marco normativo.
Diseño de planes de respuesta estratégicos y tácticos
Los planes de respuesta estratégicos y tácticos permiten la gestión eficaz de las fases iniciales y continuas de un derrame de petróleo. Además de garantizar el cumplimiento de los requisitos normativos, detallan las acciones a tomar durante las primeras 0-48 horas de un incidente (modo reactivo) y para respuestas más prolongadas (modo proactivo). A continuación, se presentan las características principales de cada uno de estos planes:
Plan de respuesta estratégico
Describe los objetivos de gestión de respuesta a medio y largo plazo ante un incidente2. Proporciona información detallada beneficiosa para los responsables de la toma de decisiones, enfocándose en estrategias generales para alcanzar los resultados deseados en el marco de la protección ante derrames. Entre los componentes clave de estos planes están los escenarios de planificación, la selección de estrategias de respuesta basadas en el Análisis de Beneficio Ambiental Neto (NEBA), y los aportes de expertos en la materia.
Plan de respuesta táctico
Su especialidad es ofrecer información de carácter operativo para ejecutar las técnicas de respuesta seleccionadas, abarcando aspectos como métodos de despliegue, limitaciones de los equipos, logística y otras consideraciones operativas2. Entre los elementos clave se encuentran los planes específicos especializados (protocolos enfocados en la evaluación de la costa, protección de la vida silvestre, etc.), requisitos de personal, métodos de despliegue y funcionamiento de equipos.
También aborda información general de respuesta como pautas de salud y seguridad, comunicaciones y requisitos de documentación. Este tipo de plan asegura la ejecución práctica de respuestas seleccionadas, con instrucciones detalladas para movilizar recursos, desplegar equipos y mantener las condiciones operativas anteriormente establecidas.
Los sistemas de respuesta están diseñados para adaptarse a las circunstancias específicas de cada incidente, permitiendo así una flexibilidad esencial en el abordaje de diversos escenarios posibles. Su integración en la infraestructura de respuesta nacional e internacional refuerza la capacidad de proteger las aguas y costas de los efectos adversos de los derrames de hidrocarburos.
Equipos y tecnologías empleadas en los sistemas de respuesta rápida ante derrames
Skimmers
Su diseño permite eliminar vertidos flotantes en la superficie del agua, por lo tanto, se consideran equipos de gran utilidad en la protección contra derrames. Dependiendo de su diseño, estos equipos de respuesta ante derrames pueden utilizar diversas tecnologías, como, por ejemplo: cintas transportadoras, tecnologías de desnatado o gravedad, para recoger el petróleo derramado en depósitos para su procesamiento y recuperación. Debido a su principio de funcionamiento, se recomienda utilizarlos en aguas tranquilas, ya que en estas condiciones es donde son más eficaces3.
Vehículos submarinos autónomos (AUVs)
Son dispositivos robóticos utilizados en la evaluación y gestión de derrames de petróleo. Pueden ser desplegados rápidamente una vez identificado el derrame, con la finalidad de proporcionar información casi en tiempo real a través de una interfaz segura. Los vehículos submarinos autónomos permiten recopilar grandes volúmenes de datos de forma continua, superando la capacidad de los métodos tradicionales, como por ejemplo la recopilación de datos a través de buques tripulados.
Gracias a los sensores integrados, los AUVs detectan hidrocarburos en el agua, ayudando a evaluar con mayor profundidad las dispersiones. Como su puesta en marcha requiere de poca capacitación, son herramientas muy prácticas para los sistemas de respuesta rápida ante derrames.
Drones y satélites
A pesar de que los avances tecnológicos han permitido desarrollar mejores protocolos de seguridad en derrames marinos, aún existen limitantes que representan obstáculos en el marco de la protección contra derrames. Algunos de los mayores retos están relacionados con la dificultad de acceso hacia ciertas zonas, así como también la determinación del grado de expansión del vertido.
Como respuesta a tales problemáticas, las tecnologías de monitoreo como los drones y satélites son de gran ayuda. Estos dispositivos pueden ofrecer datos en tiempo real de los derrames ocurridos en distancias considerables, lo que permitiría la implementación de sistemas de respuesta rápida más efectivos y eficientes.
El mapeo y la detección a distancia de los derrames se han convertido en herramientas sumamente importantes para la contención de derrames, puesto a que ofrecen la oportunidad de estudiar a fondo las características de estos desafortunados eventos y actuar basándonos en ellas.
Conclusiones
Las operaciones offshore, tales como la extracción de petróleo en alta mar, las transferencias ship to ship, entre otras, son procesos esenciales en la cadena de valor de la industria del petróleo y gas. Sin embargo, dichas operaciones cuentan con un grado de delicadeza elevado debido a los posibles desastres que se puedan desencadenar en caso de ocurrir algún percance.
Uno de los desastres más comunes son los derrames, los cuales ponen en peligro al mar y la fauna que se encuentra en tal ecosistema. Por ello, los sistemas de respuesta rápida ante derrames de petróleo suponen una solución ante esta problemática que afecta al mundo, y también la integridad de la industria petrolera.
Estos protocolos están diseñados específicamente para contener y mitigar los posibles escenarios que pueden desencadenar un derrame. Para ello, se emplea la combinación entre documentos, equipos y tecnologías que garantizarán la protección contra los derrames en el mar.
Considerando que el mundo está en el proceso de asegurar la sostenibilidad en todos los sectores, resulta necesario que las operaciones en zonas marítimas cuenten con tales estándares operativos, ya que al implementar las prácticas definidas en estos sistemas, las operaciones offshore no supondrán peligro alguno hacia estos ecosistemas.
Referencias
- Short, L. y Tindell, R. (2023, 20 de julio). An Introduction To Contingency Planning For Oil Spills. Consultado el 15 de mayo de 2024 de https://www.oilspillresponse.com/es/centro-de-conocimiento/Planificaci_46n-de-contingencias/an-introduction-to-contingency-planning-for-oil-spills/
- Oil Spill Response. (s.f.). Strategic and Tactical Planning. Consultado el 15 de mayo de 2024 de https://www.oilspillresponse.com/globalassets/technical-library/information-sheets/technical-information-sheet–strategic-and-tactical-planning.pdf
- Environmental Protection Agency (EPA). (s.f.). Skimmers. Consultado el 17 de mayo de 2024 de https://www.epa.gov/emergency-response/skimmers