El precio de ignorar la gestión de activos: ¿puedes permitirte el lujo de pagarlo?

Compartir en redes sociales
inspenet - 1.1

Tabla de Contenidos

Autor: Ing. Mayuly Rodríguez, 31 mayo 2023.

Introducción

En los sectores industriales, donde la eficiencia, la productividad y la seguridad son clave, existe un factor crítico que a menudo pasa desapercibido: la gestión de activos. Ignorarla puede traer consecuencias económicas significativas para las empresas, tanto directa como indirectamente. Conoces los diferentes costos asociados con la incorrecta administración de los activos y cómo pueden afectar las organizaciones. ¿Puedes permitirte el lujo de ignorarlos?

La gestión de activos es el conjunto de estrategias y prácticas enfocadas en maximizar el valor y el rendimiento de los activos de una empresa a lo largo de su ciclo de vida. Sin embargo, cuando esta se descuida o se aborda de manera deficiente, las consecuencias económicas pueden ser desastrosas. Desde costos de mantenimiento y reparación hasta costos de tiempo de inactividad y reemplazos prematuro de equipos, cada aspecto de una mala gestión de activos tiene un impacto directo en la rentabilidad y el rendimiento operativo.

La realidad es que cada vez que se pospone una reparación necesaria o se pasa por alto un mantenimiento preventivo, se está acumulando una factura que finalmente deberá pagarse.

Comprendiendo la gestión de activos en la industria

¿Conoces los activos que posee tu empresa? Los activos de una empresa se denominan en recursos físicos, tecnológicos y financieros que una organización posee, y se consideran de suma importancia porque son los utilizados para llevar a cabo sus actividades operativas; estos incluyen maquinaria, equipos, infraestructuras, sistemas informáticos, y más.

El control de activos permite conocer el valor de los bienes que posee la empresa y su vida útil e implica supervisar y administrar eficientemente estos recursos, asegurando su disponibilidad, confiabilidad y desempeño óptimo. También contribuye la seguridad y al cumplimiento normativo, para garantizar que los activos cumplan con los estándares requeridos.

Un aspecto fundamental en esta gestión es el ciclo de vida de los activos. Esto hace referencia al conjunto de etapas que un activo atraviesa desde su adquisición hasta su retiro. Estas etapas incluyen planificación, diseño, adquisición, operación y mantenimiento, y la eventual disposición del activo. Una gestión efectiva implica tomar decisiones informadas en cada etapa para maximizar el valor económico y minimizar los riesgos asociados con los mismos.

Costos directos de una mala gestión de activos

Una gestión inadecuada de activos conlleva una serie de costos directos que afectan de manera significativa la rentabilidad y eficiencia operativa de una organización. Entre los costos más se encuentran:

Los costos de mantenimiento y reparación son factores importantes a considerar. Una gestión ineficiente generaría problemas recurrentes que requieren reparaciones frecuentes. Esto no solo representa un gasto significativo en términos de recursos financieros, sino que también impacta negativamente en el presupuesto asignado y en el sistema productivo de la empresa. Identificar y abordar de manera proactiva estos problemas es crucial optimizar la disponibilidad y confiabilidad de los activos.

El tiempo de inactividad es otro factor costoso de una mala gestión de activos. Cuando estos no se mantienen adecuadamente o experimentan fallas frecuentes, se produce una pérdida de productividad y oportunidades comerciales. Este tiempo no solo tiene un impacto directo en la eficiencia de la producción, sino que también afecta negativamente la satisfacción del cliente y la reputación de la organización. Es esencial implementar estrategias de mantenimiento preventivo y predictivo para minimizar el tiempo de inactividad y maximizar la utilización de los activos.

Asimismo, una gestión deficiente de activos pudiera resultar en el reemplazo prematuro de equipos. Cuando estos, no se supervisan y mantienen adecuadamente o se utilizan más allá de su vida útil óptima, se incurre en gastos innecesarios y generando riesgos financieros. Evaluar de manera precisa y regular la vida útil, así como implementar programas de mantenimiento adecuados, es esencial para evitar el reemplazo prematuro y optimizar la utilización de los activos a lo largo de su vida útil.

Una desacertada gestión de activos tiene costos directos muy significativos. Identificar y abordar proactivamente los costos, es esencial para garantizar una gestión eficiente y maximizar el valor económico de la empresa en el entorno industrial altamente competitivo.

Costos indirectos de una mala gestión de activos

Una gestión deficiente, es tangible para generar una serie de costos indirectos que van más allá de los aspectos operativos. Estos costos incluyen los relacionados con riesgos de seguridad y el incumplimiento normativo, así como los costos de oportunidad perdida.

Respecto a los costos de seguridad y cumplimiento normativo, son consecuencias directas del control deficiente de activos. Los equipos obsoletos o mal mantenidos aumentan los riesgos relacionados con la operación, lo que puede resultar en accidentes laborales y daños a la propiedad. Estos incidentes no solo representan un peligro para la salud y seguridad de los empleados, sino que también pueden dar lugar a multas, sanciones legales y daños a la reputación de la empresa.

La inadecuada implementación de una gestión de activos puede llevar a la pérdida de oportunidades y a una disminución de la competitividad en el mercado. La falta de capacidad para aprovechar nuevas oportunidades de mercado debido a activos ineficientes o no disponibles resulta en la pérdida de cuota y en la disminución de la ventaja competitiva. Los competidores que gestionan sus activos de manera efectiva aprovechan a granel las oportunidades y obtienen una posición sólida en el mercado, maximizando así el potencial de crecimiento empresarial.

Herramientas y mejores prácticas para una gestión efectiva de activos

Cuando se implementa de un sistema de gestión de activos es necesario plantear una estructura sólida y un marco de referencia específico para gestionarlos de manera eficiente. Este sistema permite la identificación, evaluación y seguimiento de los activos, así como la planificación y ejecución de estrategias de mantenimiento, monitoreo del rendimiento y toma de decisiones lógicas.

La adopción de nuevos sistemas, el uso de tecnología y programas especializado es una práctica cada vez más relevante en la gestión de activos. Las soluciones tecnológicas, como el Internet de las cosas (IoT), el mantenimiento predictivo basado en la recopilación de datos y los sistemas de monitoreo remoto, permiten obtener información en tiempo real sobre el funcionamiento y rendimiento de los activos. Con esto se identifican problemas potenciales, realizan mantenimiento proactivo y toman decisiones informadas.

Los softwares especializados, como el de sistemas de gestión de mantenimiento asistido por computadora (CMMS) y software de gestión de activos empresariales (EAM) que es importante porque ayuda a las empresas a supervisar, evaluar, gestionar y optimizar la calidad y la confiabilidad de los activos. El objetivo de estos software es optimizar la calidad y utilización de los activos durante su ciclo de vida, aumentar la productividad y reducir costos operativos.

Por otra parte, la capacitación, desarrollo y cultura del personal son fundamentales para una gestión positiva. Proporcionar a los empleados el conocimiento y habilidades necesarias para comprender y utilizar las herramientas y prácticas es esencial. La capacitación puede abarcar desde el entendimiento de los principios de una gestión de activos hasta el manejo de software especializado y la interpretación de datos. Un personal competente y motivado es un activo valioso para una organización, ya que contribuye a la toma de decisiones sólidas e implementación exitosa de estrategias.

¿Cómo administrar un activo adecuadamente?

Se mencionan algunas recomendaciones que las empresas deben tomar en cuenta para controlar eficientemente los activos.

  • Clasificar de forma correcta todos los activos.
  • Implementar un sólido programa de gestión de activos empresariales para centralizar la información en un solo lugar y tener un mejor control.
  • Seleccionar indicadores de desempeño para medir el rendimiento de los activos.
  • Realiza mantenimiento predictivo y preventivo de activos fijos para proteger y alargar su vida útil.
  • Planifica actividades, automatiza tareas y optimiza recursos.
  • Ejecuta comparaciones periódicas de los registros históricos de activos.

Conclusiones

El precio de ignorar la gestión de activos en el sector industrial indudablemente es alto, las consecuencias económicas siempre estarán presentes. Reconocer y abordar los costos asociados a una gestión de activos es fundamental para garantizar el éxito de una empresa a largo plazo.

Es importante invertir en una gestión de activos que esta sea eficiente y sostenible en el tiempo, esto depende en gran parte de la manera que se implemente, las herramientas que se utilicen, como el uso de metodologías, tecnologías y software, y de un adecuado adiestramiento al personal involucrado.

Al tomar medidas proactivas para gestionar los activos de manera efectiva, las empresas experimentan un impacto positivo en la rentabilidad y crecimiento. Reducir los costos de mantenimiento y reparación, minimizar el tiempo de inactividad, cumplir con los estándares de seguridad y aprovechar oportunidades de mercado, se traduce en una mayor eficiencia operativa, una mayor satisfacción del cliente y una ventaja competitiva sólida.

Referencias

Fuente Propia

Comparte este artículo en tus redes sociales
Valora esta publicación
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (1 votos, promedio: 5,00 de 5)
Post Rating LoaderCargando...
Noticias Recientes