Inspenet, 5 de septiembre 2023.
Apenas seis meses después de asumir el cargo de CEO de Shell Plc, Wael Sawan dejó discretamente el proyecto empresarial más grande del mundo relacionado con la reducción de la huella de carbono. Estos proyectos medioambientales tienen como objetivo neutralizar los efectos de las emisiones de dióxido de carbono en el calentamiento global.
En junio, durante una presentación a inversionistas, Sawan dio a conocer una estrategia revisada para la compañía petrolera europea. Esta incluía recortes de costos y un enfoque mayor en actividades rentables como el petróleo y el gas.
Lo que resultó igualmente notable fue lo que no mencionó: no hizo referencia al compromiso anterior de la empresa de destinar hasta $100 millones al año para crear una reserva de créditos de carbono como parte de su objetivo de lograr emisiones netas de carbono cero para el año 2050.
La empresa confirmó la eliminación de los objetivos del programa de compensación, así como el proyecto de obtener una cantidad masiva de 120 millones de créditos de carbono al año para el final de la década a través de proyectos de captura de carbono que involucraban árboles, plantas y otros recursos naturales, muchos de los cuales serían desarrollados por Shell. Esto habría representado alrededor del 10% de sus emisiones totales.
La posición de Shell respecto a la reducción de la huella de carbono
La empresa no ha anunciado nuevos compromisos en términos de compensación de emisiones ni ha delineado su estrategia para cumplir con sus objetivos climáticos en el futuro.
Este cambio refleja tanto el renovado enfoque de Sawan en el negocio de petróleo y gas, que es la principal fuente de beneficios de la empresa, como el reconocimiento de que los objetivos anteriores simplemente eran inalcanzables.
En los últimos dos años, Shell ha tenido una actividad prácticamente nula en este ámbito. Han invertido solo 95 millones de dólares, lo que representa menos de la mitad de su presupuesto original, en la construcción y financiamiento de proyectos relacionados con la reducción de carbono en diversas regiones, desde África occidental hasta la Amazonia brasileña y campos de cultivo en Australia. Estos proyectos apenas han generado compensaciones y Shell ha enfrentado dificultades para encontrar proyectos que cumplan con sus estándares de calidad.
Hasta el momento, la mayoría de las críticas se han enfocado en la calidad. Numerosas investigaciones, incluyendo varias realizadas por Bloomberg Green, han revelado que muchas compensaciones no cumplen con las promesas de beneficios ambientales. Shell se esforzó por abordar este problema estableciendo estándares rigurosos, asignando una cantidad significativa de recursos financieros y aprovechando más de un siglo de experiencia en ingeniería. Sin embargo, se dio cuenta de que enfocarse en la calidad limitaba la disponibilidad. Podría tener compensaciones de alta calidad o muchas compensaciones, pero no ambas cosas a la vez.
“Es realmente difícil conseguir escala a partir de créditos de alta calidad”, afirmó Gilles Dufrasne, responsable de políticas de carbono de Carbon Market Watch. “Las dos fuerzas (volumen y calidad) trabajan una contra la otra”.