El miércoles 20 de agosto, Rusia avanza en la investigación espacial al lanzar el satélite Bion-M No.2 desde el cosmódromo de Baikonur, utilizando un cohete Soyuz-2.1b. Esta misión revive el legado del programa Bion iniciado en 1973, busca entender cómo la vida responde a la microgravedad y a la radiación cósmica.
El alcance del satélite Bion-M No.2
Así mismo, el satélite orbita la Tierra a una altitud de entre 370 y 380 kilómetros, en una trayectoria polar diseñada para simular las condiciones previstas para la futura Estación Orbital Rusa. A bordo viajan 75 ratones C57BL/6, divididos en grupos de control, con modificaciones genéticas en el gen NRF2, importantes en la respuesta antioxidante frente a la radiación.
Además, el Bion-M No.2 transporta más de mil moscas Drosophila, semillas de 20 especies vegetales y microorganismos recolectados en ambientes extremos de Rusia. Dichos organismos permitirán evaluar desde la reproducción en condiciones espaciales hasta la viabilidad de la vida en ambientes extraterrestres simulados.
Por otro lado, los roedores poseen sensores implantados para registrar temperatura corporal y frecuencia cardíaca. Aunque no habrá transmisión en tiempo real, se enviarán breves vídeos durante el vuelo. El aterrizaje está previsto para el 19 de septiembre en la región de Oremburgo, donde iniciarán las pruebas fisiológicas y de comportamiento.
Finalmente, el satélite alberga experimentos estudiantiles como Ecosistema en Órbita, con hormigas en un recipiente de plexiglás, y “Al Espacio con tu Tomate”, que incluye semillas de tomate. Con esta misión, Rusia fortalece su liderazgo en biología espacial y prepara el terreno para futuras investigaciones orbitales.
Fuente y foto: NSF