La NASA presenta nueva aleación metálica que soporta el calor

La aleación de metales está siendo evaluada por grandes clientes de la industria espacial comercial.
Una aleación metálica imprimible que resiste altas temperaturas

La NASA anuncia el desarrollo de materiales avanzados con la creación de GRX-810, una aleación metálica diseñada para resistir temperaturas extremas y que puede ser utilizada en fabricación aditiva.

Una aleación metálica imprimible que resiste altas temperaturas

Hasta ahora, la impresión 3D de componentes de motor se encontraba restringida por la escasez de metales asequibles con alta resistencia térmica. Las aleaciones existentes, aunque efectivas, resultaban demasiado costosas para una producción amplia. GRX-810 responde a este reto gracias a su composición basada en níquel, cobalto y cromo, junto a un recubrimiento cerámico que le otorga resistencia mecánica prolongada a altas temperaturas.

Fue desarrollada en el Centro de Investigación Glenn en Cleveland, esta aleación se produce mediante un proceso de dispersión de óxidos con mezcla acústica resonante. A través de vibraciones aplicadas a nanopartículas y polvo metálico, se consigue un recubrimiento homogéneo e inseparable. Este método permite que, incluso tras ser reciclado, el polvo conserve sus propiedades reforzadas por óxidos.

La empresa Elementum 3D produce actualmente GRX-810 en múltiples volúmenes y mantiene una licencia coexclusiva sobre el material. En colaboración con la NASA y mediante un Acuerdo de la Ley Espacial, se está trabajando en optimizar su fabricación a escala industrial.

El director técnico de la compañía, Jeremy Iten, resaltó que las versiones producidas en gran escala han duplicado la vida útil respecto a los primeros lotes experimentales. El material metálico GRX-810 soporta temperaturas de hasta 2000 °F bajo tensiones que deformarían otros materiales comunes en cuestión de horas.

Una empresa especializada en sensores de flujo para turbinas, Vectoflow, está probando versiones fabricadas con GRX-810. Estos dispositivos, expuestos a condiciones térmicas extremas, podrían beneficiarse de una mayor durabilidad, mejorando la eficiencia de motores y reduciendo emisiones y costes operativos.

Fuente y foto: NASA