Por: Dra. Franyi Sarmiento, Ph.D., Inspenet, 9 de marzo de 2022
Los móviles hoy son el centro de casi todo el mercado tecnológico, pero no siempre fue así y parece que no lo será. Ahora los fabricantes tratan de centrarse en solidificar ecosistemas, en virar hacia la realidad virtual o en lograr que sus productos funcionen el todo tipo de pantallas. Pero, es posible que los nuevos prototipos de tatuajes electrónicos puedan reemplazar en un futuro a los teléfonos móviles.
Ahora que los tatuajes han pasado a formar parte de la cultura popular y muchos los llevan, el siguiente paso en su evolución sería aportarles valor más allá de lo estético y la empresa Chaotic Moon con sus innovadores prototipos parece haberles encontrado otras utilidades y propósitos.
Chaotic Moon es un equipo de desarrollo tecnológico que fue comprado por Accenture ya en el año 2015. Se trata de una empresa ubicada en Estados Unidos que se ha caracterizado por arrojar arriesgados diseños a las mesas de financiamiento en los últimos 12 años.
Los tatuajes electrónicos propuestos por Chaotic Moon se asientan en la frontera entre la estética y la biotecnología. No se refiere a la implantación de chips u otros componentes como en la biónica, sino que la propia tinta del tatuaje es la clave de todo. Se trata de una tinta que cuenta con ‘nanorastreadores’ capaces de recopilar, recibir y enviar información.
Actualmente tienen aplicaciones con enfoques médicos, sin embargo, a futuro podría contar con otros ámbitos tecnológicos. Los tatuajes electrónicos deben ser capaces de avisarnos cuando se detecte la presencia de fiebre, de determinadas infecciones y de otras alternaciones de nuestra fisiología interna. Sus sensores se encargarían de hacer esto y de enviar automáticamente una notificación a nuestro teléfono móvil. De igual manera, serían capaces de ir midiendo nuestro día a día e incluso de almacenar información en nuestro cuerpo como informes médicos. Se prevé también que monitorizarán el ritmo cardíaco, la presión arterial, la cantidad de oxígeno en sangre y otros signos vitales.
La evolución de estas aplicaciones puede derivar fácilmente en que los tatuajes sirvan para geolocalizarnos, o como método de comunicación con otros usuarios, de forma que restarían mucha carga diaria a los actuales teléfonos móviles, que finalmente acabarían por reemplazar.