La biobatería desarrollada por el laboratorio de materiales de celulosa y madera de Empa ha abierto nuevas posibilidades en el mundo de la energía sostenible. Este dispositivo innovador utiliza hongos como base para generar electricidad, además, es completamente biodegradable y funcional en ambientes remotos.
A diferencia de las baterías convencionales, esta biobatería necesita ser alimentada con agua y nutrientes simples para activarse. Su diseño permite que sensores utilizados en agricultura y monitoreo ambiental funcionen durante días, una solución ideal para áreas remotas donde el acceso a la electricidad es limitado.
¿Cómo funciona la biobatería?
El dispositivo combina dos tipos de hongos: una levadura en el ánodo, que libera electrones, y un hongo de podredumbre blanca en el cátodo, que captura y transfiere los electrones. Este proceso, conocido como célula de combustible microbiana, aprovecha el metabolismo de los microorganismos para generar energía de forma sostenible.
Los investigadores de Empa emplearon impresión 3D para fabricar los componentes de la biobatería. La tinta utilizada está compuesta de celulosa, un material no solo biodegradable sino también nutritivo para los hongos, permitiendo que el dispositivo se descomponga de manera segura tras su uso.
Aunque actualmente la biobatería produce cantidades moderadas de electricidad, los investigadores trabajan para mejorar su potencia y explorar nuevas especies de hongos con potencial energético. Este enfoque interdisciplinario combina microbiología, ciencia de materiales e ingeniería eléctrica, mostrando cómo la naturaleza y la tecnología pueden unirse para soluciones sostenibles.
Observa la batería fúngica que se digiere a sí misma. Fuente: Pero-TV
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Fuente y fotos: Laboratorio de Materiales de Celulosa y Madera de Empa