La Universidad de Wisconsin-Madison ha presentado un desarrollo innovador en el almacenamiento de energía renovable. Investigadores liderados por Dawei Feng han diseñado un aditivo químico soluble en agua que mejora drásticamente las baterías de flujo acuoso basadas en bromuro, superando barreras técnicas críticas.
Baterías de flujo: Solución segura y sostenible
Las energías solar y eólica han transformado la generación energética, pero su naturaleza intermitente exige soluciones eficientes para el almacenamiento. Actualmente, las baterías de iones de litio dominan este mercado, pero enfrentan desafíos como riesgos de seguridad y una cadena de suministro limitada. Aquí es donde las baterías de flujo acuoso presentan ventajas significativas: son seguras, escalables y sostenibles.
A diferencia de las costosas baterías de vanadio, el bromuro, un ion económico y abundante, promete ser una alternativa viable. Sin embargo, su implementación en baterías de flujo ha sido problemática debido a pérdidas de eficiencia, formación de depósitos y generación de gases tóxicos. El equipo de la universidad abordó estas limitaciones mediante un diseño molecular innovador.
Un aditivo multifuncional
El equipo desarrolló “capturadores zwitteriónicos blandos-duros”, moléculas que encapsulan los iones de bromuro, previniendo su paso a través de membranas y estabilizándolos en el electrolito. Este enfoque mejora la longevidad y eficiencia de las baterías, logrando dos meses de operación continua sin fallos, frente a un promedio de un día en dispositivos sin el aditivo.
Con un potencial industrial evidente, Flux XII, una empresa derivada de la investigación, liderará la comercialización del aditivo. Este avance optimiza el almacenamiento energético y también refuerza la seguridad y sostenibilidad en sistemas a gran escala.
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Fuente y foto: Universidad de Wisconsin-Madison