La compañía francesa Hopium, ha dado un paso importante hacia la comercialización de su coche eléctrico de hidrógeno. Tras completar con éxito una serie de pruebas en condiciones reales, su innovador sistema de pila de combustible demostró ser capaz de proporcionar hasta 1.000 km de autonomía. Esta prueba es un avance significativo en el desarrollo de vehículos sostenibles de gran rendimiento.
Las pruebas se realizaron en el circuito de UTAC, donde se recrearon escenarios que incluían aceleraciones, frenadas y variaciones de clima, imitando lo que un vehículo enfrentaría en la carretera. La pila de combustible de hidrógeno de 100 kW de Hopium se sometió a vibraciones, altas velocidades y otros desafíos técnicos, pero salió airosa, validando su robustez y fiabilidad. Este nivel de madurez tecnológica permite vislumbrar un futuro en el que los vehículos de hidrógeno sean una alternativa viable para sectores como el transporte pesado.
Pila de combustible de hidrógeno para un transporte ecológico
El CEO de la empresa, Stéphane Rabatel, destacó el impacto positivo de estos resultados, indicando que marcan un avance crucial hacia la movilidad descarbonizada. Con una estrategia clara, la empresa está centrada en desarrollar sistemas de pila de combustible que puedan ser implementados en vehículos de transporte pesado, como camiones y autobuses, sectores que tradicionalmente dependen de combustibles fósiles.
El hidrógeno verde, fuente renovable que solo genera agua como subproducto, ha sido el foco de la estrategia de Hopium. El éxito de estas pruebas refuerza el potencial de esta tecnología para transformar el transporte global, ofreciendo una solución que reduce emisiones y asegura largas autonomías y tiempos de reabastecimiento rápidos, dos factores críticos para el transporte pesado.
Próximos pasos y alianzas estratégicas
Con vistas al futuro, la empresa busca alianzas clave para la industrialización de su tecnología. Ya están planificando la construcción de una planta en Saint-Bonnet-de-Mure y el desarrollo de una versión de 200 kW de su sistema de hidrógeno. La empresa espera lanzar productos competitivos a nivel global antes de 2030, ofreciendo una alternativa real al diésel en el mercado del transporte pesado.
Esta tecnología tiene implicaciones para la carretera, también se estudian aplicaciones en el transporte marítimo, donde la empresa ya está involucrada en el proyecto K-Challenge. La posibilidad de reducir las emisiones globales gracias al hidrógeno es una realidad cada vez más cercana.
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Fuente y fotos: Hopium