Una nueva estación solar ha sido instalada en el Parque Nacional del Everest, a 4.300 metros sobre el nivel del mar, convirtiéndose en la más alta del mundo. Este proyecto pionero es parte del “Corredor Verde de Supercarga Sichuan-Tíbet” y está diseñado para apoyar el turismo sostenible en la zona.
La estación solar supera los retos extremos de la montaña
AIKO, el fabricante de módulos solares, ha integrado sus innovadores paneles bifaciales tipo N junto con la tecnología de refrigeración líquida de Huawei Digital Power. Estas soluciones permiten enfrentar las condiciones extremas de altitud, radiación solar y clima severo, que suelen afectar la durabilidad de las instalaciones convencionales.
El sistema, que genera 236.800 kWh de energía limpia al año, proporciona energía a una estación de carga que atiende las necesidades de más de un millón de turistas. Los módulos solares han sido especialmente diseñados para soportar las bajas temperaturas, la alta exposición a rayos UV y las cargas de nieve que son comunes en esta región. Además, el diseño modular y su alta eficiencia energética aseguran un rendimiento constante a pesar de las condiciones adversas.
Esta iniciativa promueve el uso de vehículos eléctricos en regiones de alta montaña y apoya la visión global de AIKO de impulsar una sociedad sin emisiones de carbono. Así, la instalación de la estación en el Everest simboliza la ambición de explorar nuevos límites en energía renovable.
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Fuente y fotos: AIKO