Japón está avanzando en obtener el visto bueno de las autoridades locales para la reactivación de Kashiwazaki-Kariwa, la planta de energía nuclear más grande a nivel mundial, situada al norte de Tokio.
Según informes del Niigata Nippo, un periódico japonés, se espera que Ken Saito, el Ministro de Economía, Comercio e Industria, haga una petición formal la semana entrante al gobernador de Niigata para que se autorice el funcionamiento de esta central nuclear.
La reactivación de la planta de energía nuclear Kashiwazaki-Kariwa
Desde el accidente de Fukushima en 2011, Japón suspendió la operación de sus plantas nucleares, sometiéndolas a estrictas revisiones y procedimientos de seguridad. Kashiwazaki-Kariwa ha permanecido inactiva desde 2012 y en 2021, la Autoridad de Regulación Nuclear impidió su funcionamiento a Tepco, la compañía a cargo, debido a fallos en las medidas de seguridad.
No obstante, en diciembre de 2023 se levantó esta restricción operativa, lo que representa un paso crucial hacia la reanudación de las actividades de la planta, condicionada a la aprobación de Niigata, la ciudad de Kashiwazaki y la aldea de Kariwa. Este movimiento forma parte de un esfuerzo más amplio de Japón por reincorporar la energía nuclear como una de sus principales fuentes de energía, en respuesta a la reciente crisis energética global y el consecuente incremento en los precios de los combustibles fósiles.
La demanda energética en Japón
Japón, un país con limitados recursos naturales que importa aproximadamente el 90% de sus necesidades energéticas, ha modificado drásticamente su política nuclear a finales de 2022 tras experimentar un significativo aumento en el costo de importación de energía, especialmente el gas natural licuado (GNL), que alcanzó precios sin precedentes.
En diciembre de 2022, el gobierno japonés oficializó una nueva estrategia en materia de energía nuclear, revirtiendo la tendencia post-Fukushima de alejamiento de esta fuente energética. Adicionalmente, un comité de expertos del Ministerio de Industria ha decidido permitir la construcción de nuevos reactores nucleares y extender la vida útil de los existentes más allá del límite de 60 años establecido.
Es importante destacar que la estrategia renovada hacia la energía nuclear, junto con el aumento en la generación de energía renovable y los elevados inventarios de gas natural, ha llevado a una reducción significativa en las importaciones de GNL de Japón, alcanzando los niveles más bajos en años recientes.
Este renovado enfoque hacia la energía nuclear en Japón destaca la urgencia de abordar desafíos energéticos contemporáneos y la necesidad de balancear la seguridad con la sostenibilidad. La decisión de reactivar Kashiwazaki-Kariwa y potencialmente desarrollar nuevos reactores subraya la compleja dinámica entre el avance tecnológico, la gestión ambiental y la seguridad energética. A medida que Japón se embarca en este camino, también se plantea un precedente para otros países en la búsqueda de soluciones energéticas que sean tanto sostenibles como seguras.
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Fuente: oilprice.com
Foto: shutterstock