Inspenet, 26 de noviembre 2023.
La corrosión generada por la producción en las plantas de biogás afecta a las paredes de los tanques, arquetas, estructuras y otros elementos de estas instalaciones, lo que puede incidir negativamente en su vida útil y su valor a largo plazo.
El acero inoxidable, aunque resistente al ataque de cloruros, requiere enriquecimiento en manganeso y el uso de series 316/dúplex/Superduplex, que tienen un coste elevado. Por otro lado, el acero esmaltado se protege mediante capas gruesas de esmalte, pero se debe tener precaución con el espesor para evitar la formación de burbujas y porosidad que, a medio plazo, podrían afectar al tanque, especialmente en las zonas de unión, debilitando las conexiones de manera potencialmente peligrosa.
Así mismo, el hormigón armado se protege mediante recubrimientos densos de hormigón aplicados sobre la estructura de acero corrugado, junto con capas de resinas epoxídicas en las áreas más críticas.
La solución a la corrosión en las plantas de biogás
En este contexto, los últimos tanques fabricados con poliéster reforzado con fibra de vidrio infusionado de Toro Equipment se destacan al ofrecer una vida útil que supera los 50 años en las plantas de tratamiento de biogás.
Esta tecnología posibilita la creación de materiales con una resistencia a la tracción significativa, lo que reduce las deformaciones. El estratificado resultante es mecánicamente óptimo, liviano y fácil de ensamblar.
Gracias a las propiedades del poliéster reforzado con fibra de vidrio, estos tanques presentan una durabilidad que supera los 50 años, resguardados contra los rayos ultravioleta y fabricados con resinas isoftálicas y viniléster de alta estabilidad térmica.
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