
La evolución normativa en la gestión de tanques de almacenamiento no ha sido sutil y Marshall Mott-Smith, Vicepresidente de la Junta Directiva del National Institute for Storage Tank Management (NISTM), lo vivió desde dentro. Durante su liderazgo como administrador del programa estatal de Florida, lideró el paso de sistemas sin contención secundaria a un estándar donde cada tanque tiene doble pared. Esta transformación, fruto de regulación eficaz y colaboración con la industria, refleja el impacto que las normativas bien ejecutadas pueden tener sobre la seguridad ambiental y operativa.
Hoy, los ojos están puestos en Texas, donde nuevas legislaciones como el Senate Bill 900 empiezan a configurar un nuevo marco regulatorio estatal. Si bien los cambios a nivel federal avanzan lentamente, estos movimientos locales ofrecen indicios de hacia dónde se dirige el sector.
Una generación se va, otra necesita preparación
Uno de los temas que más inquieta a Mott-Smith es la pérdida de lo que llama “memoria institucional”. Muchos de los expertos que diseñaron, operaron y regularon los sistemas de almacenamiento están retirándose. En su lugar, una nueva ola de profesionales con poca o ninguna experiencia directa entra al sector.
Frente a este panorama, el NISTM ha adoptado un rol educativo clave, ofreciendo cursos introductorios y programas especializados, como Tanks 101 y Terminal Management 101, para acortar la curva de aprendizaje. Además, sus conferencias en Orlando, Houston, Pennsylvania y Hawaii se han convertido en espacios de encuentro entre veteranos del sector y nuevos talentos.
Tecnología sin conocimiento es solo herramienta
El avance tecnológico también está impactando de lleno en el sector, con herramientas como drones, escáneres láser 3D y nuevos recubrimientos permiten inspeccionar tanques con mayor precisión y eficiencia. El uso de robótica para ingresar en espacios confinados o evaluar la integridad estructural ya se está normalizando entre propietarios de tanques
Pero Mott-Smith comenta que sin una base sólida de conocimiento y experiencia, incluso las mejores herramientas pueden fallar. Por eso insiste en la formación de profesionales con criterio técnico, capaces de aplicar soluciones y adaptarse a las normas en evolución. No se trata solo de incorporar tecnología, sino de entender cómo, cuándo y por qué utilizarla en un entorno regulado y de alto riesgo ambiental.

Universidades: ¿aliadas o desconectadas?
Otro punto que plantea el vicepresidente del NISTM es la desconexión entre la academia y el mundo real. Muchos jóvenes profesionales ingresan al sector sin haber recibido formación práctica ni contacto con la industria y Mott-Smith considera fundamental que las universidades abran espacio a expertos del sector para compartir su experiencia y contribuir a una formación más balanceada.
Desde su visión, formar al relevo generacional no es opcional, sino vital, ya que la sostenibilidad operativa de los tanques de almacenamiento, así como el cumplimiento normativo, depende en gran medida de las decisiones que tomen los nuevos profesionales. Y estas decisiones solo pueden ser acertadas si están bien informadas.
Formación, cumplimiento y futuro
La propuesta de NISTM va más allá de organizar eventos, con estrategia para preservar el conocimiento del sector, enfrentar los retos regulatorios y preparar a una nueva generación que deberá tomar decisiones críticas. Mientras las normativas evolucionan y la tecnología se afianza, el verdadero motor de cambio seguirá siendo el capital humano capacitado y comprometido.
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Fuente: Inspenet.