Trendsetter y OSRL optimizan el control de pozos submarinos
Desde que el incidente de Macondo en 2010 marcó un antes y un después en la industria offshore, pocas empresas han tenido un rol tan decisivo como Trendsetter Engineering, su transformación de consultora técnica a referente global en control de pozos submarinos ha sido impulsada, en gran medida, por su colaboración estratégica con Oil Spill Response Limited (OSRL). Así lo explicó Mike Cargol, Vicepresidente Superior de Servicios del Ciclo de Vida Submarino de la compañía, durante su participación en OSRL 2025.
De consultora a líder en control submarino
Fundada en 1996 en Houston, Texas, Trendsetter comenzó como una consultora enfocada en servicios subsea. Sin embargo, tras el desastre de Macondo, la compañía canalizó su experiencia en producción para abordar una necesidad crítica: el diseño y entrega de sistemas de taponamiento submarino.
Fue la primera organización en proporcionar un sistema dedicado de contención a Marine Well Containment Company, lo que permitió reanudar la exploración en el Golfo de México. Desde entonces, Trendsetter ha suministrado cerca del 95% del equipamiento global para taponamiento submarino, manteniéndolo para consorcios estratégicos en todo el mundo.
Una colaboración que marca la diferencia
La relación con OSRL ha sido importante en esta evolución. Lejos de un vínculo tradicional cliente-proveedor, se trata de una colaboración técnica profunda que ha permitido eliminar barreras entre empresas con fines de lucro y consorcios sin ánimo de lucro.
Esta estructura ha sido esencial para que Trendsetter acceda a información estratégica de los operadores globales y los marcos regulatorios que los rigen. Gracias a ello, han podido desarrollar nuevas metodologías, optimizar la operación de los equipos y alinear sus sistemas a las necesidades reales del sector.
Estandarización global: hablar un mismo lenguaje técnico
Uno de los mayores retos post-Macondo fue la divergencia en terminología y procedimientos entre regiones. Mientras que en el Golfo de México se hablaba de “flowback”, en otros países se utilizaba “containment”.
Trendsetter, en conjunto con OSRL, lideró un esfuerzo por homogeneizar nomenclaturas, protocolos y entrenamiento, lo que facilitó la colaboración entre técnicos de distintos países. Este trabajo fue canalizado a través de IOGP (International Association of Oil & Gas Producers), estableciendo estándares adoptados globalmente.
Así mismo, se desarrollaron sistemas de gestión del conocimiento y entrenamiento que permiten capacitar a equipos locales, replicando buenas prácticas en distintos continentes. Incluso se están reintroduciendo algunos de estos estándares al propio Golfo de México.
Avances tecnológicos que mejoran la respuesta submarina
A diferencia de lo que se piensa, la innovación en este campo no se centra en inteligencia artificial. Lo más transformador, según Cargol, está ocurriendo en áreas como:
- Electrificación de válvulas
- Telemetría avanzada
- Reducción del tamaño de los sistemas
- Mejoras en confiabilidad y facilidad de movilización
Estos avances permiten acortar los tiempos logísticos y asegurar una mayor eficacia en situaciones de emergencia. A largo plazo, también optimizan las rutinas de mantenimiento, alargando la vida útil de los equipos y reduciendo el riesgo operativo.
De semanas a días: la evolución en tiempos de respuesta
Uno de los logros más contundentes de esta alianza es la reducción del tiempo de respuesta. Antes de Macondo, una operación de capping podía tardar entre 4 y 8 semanas, hoy, gracias a protocolos estandarizados y activación simultánea de sistemas, se puede taponar un pozo en menos de 14 días.
Trendsetter y OSRL tienen establecido un protocolo donde, ante una notificación de incidente, se movilizan dos sistemas en paralelo (uno principal y otro de respaldo). Este modelo asegura redundancia y mayor eficacia, independientemente de la ubicación geográfica del incidente.
La experiencia de Trendsetter Engineering demuestra que el control de pozos submarinos no depende solo de tecnología de punta, sino de colaboración, estandarización y visión a largo plazo. Su alianza con OSRL ha sido clave para transformar una lección dolorosa en una capacidad operativa robusta y global, como bien lo expresó Cargol: “Esperamos que no vuelva a ocurrir un evento como Macondo, pero si sucede, estaremos mucho mejor preparados para enfrentarlo”.
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Fuente: Inspenet.