TUM lanza robot submarino autónomo para limpiar basura marina

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  • Autor: Inspenet TV.

  • Fecha de publicación: 18 Septiembre 2025

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Un problema global bajo el agua: la basura marina

La contaminación marina representa uno de los desafíos ambientales más persistentes del planeta. En puertos de todo el mundo, es común encontrar objetos como botellas, latas, redes de pesca o bolsas plásticas sumergidos entre los sedimentos del fondo marino. Frente a esta situación, la Universidad Técnica de Múnich (TUM) ha desarrollado una solución tecnológica como parte del proyecto SEACLEAR: un robot submarino autónomo diseñado para identificar, recoger y extraer desechos del lecho marino sin intervención humana directa.

El proyecto SEACLEAR y el papel de la TUM

El sistema forma parte de un enfoque más amplio liderado por el consorcio europeo SEACLEAR (Search, Identification and Collection of Marine Litter with Autonomous Robots), que combina vehículos aéreos, marinos y submarinos para abordar la limpieza del fondo oceánico. En total, el sistema cuenta con un dron aéreo, una embarcación nodriza no tripulada, un robot de búsqueda y el robot de buceo de TUM, todos operando de forma autónoma y coordinada.

Así funciona el robot de buceo autónomo de TUM

Uno de los principales retos al trabajar bajo el agua es la identificación precisa de residuos, especialmente en condiciones de baja visibilidad. Para resolverlo, el robot incorpora un sistema de inteligencia artificial que utiliza cámaras y sonar para mapear el entorno. Gracias a un entrenamiento con más de 7000 imágenes etiquetadas, la IA detecta objetos que no pertenecen al fondo marino y los transforma en modelos 3D para decidir dónde y cómo recogerlos con seguridad.

Una pinza de precisión con fuerza industrial

El brazo mecánico del robot cuenta con una pinza de cuatro dedos que puede ejercer hasta 4000 newtons de fuerza y levantar objetos de hasta 250 kilogramos. A pesar de su potencia, sensores integrados permiten controlar la presión para no dañar materiales frágiles como botellas de vidrio o cubos de plástico.

Energía, conexión y movilidad submarina

Para garantizar autonomía operativa, el robot está conectado por cable a la embarcación principal, lo que le permite acceder a una fuente continua de energía y datos. Además, ocho miniturbinas le dan movilidad precisa, mientras que un sistema de espuma de flotabilidad lo mantiene en equilibrio cuando no está en movimiento, facilitando así un desplazamiento controlado hacia los residuos detectados.

Resultados, pruebas reales y viabilidad económica

El robot fue probado con éxito en el puerto de Marsella, donde demostró su capacidad para operar en entornos reales de alta complejidad. En Dubrovnik, durante una inspección, los investigadores detectaron más de 1000 piezas de basura en solo 100 metros cuadrados, lo que confirma la magnitud del problema. Según el equipo de TUM, el sistema resulta rentable cuando opera en profundidades superiores a los 16 metros, un umbral que representa una mejora significativa frente a los métodos manuales actuales.

¿Qué implicaciones tiene esta tecnología para el futuro?

El desarrollo de un robot submarino autónomo como el de TUM representa un avance importante hacia la automatización de tareas ambientales de alto riesgo y difícil acceso; al reducir la necesidad de buzos humanos, se mejora la seguridad operativa y se amplía el alcance geográfico de las campañas de limpieza. Además, este tipo de soluciones refuerza el papel de la inteligencia artificial como aliada en la conservación del medioambiente, abriendo nuevas posibilidades para la gestión de residuos en ecosistemas acuáticos.

Robot submarino autónomo con estructura metálica y componentes en naranja y azul, suspendido sobre el agua antes de iniciar operaciones de recolección de basura marina.
Primer plano del brazo robótico del proyecto SEACLEAR, diseñado para recolectar basura marina del fondo oceánico. Fuente: Universidad Técnica de Múnich.

Noticias de interés adicional

Estados Unidos avanza hacia su propio suministro nuclear

Global Laser Enrichment (GLE) ha concluido exitosamente las pruebas a gran escala de su tecnología de enriquecimiento de uranio por láser en Carolina del Norte, confirmando su viabilidad comercial. El siguiente paso será la construcción de la planta PLEF en Kentucky, actualmente en proceso de licenciamiento, donde se espera producir hasta 6 millones de unidades de trabajo separativo de uranio poco enriquecido (LEU) al año y recuperar más de 200 mil toneladas de residuos históricos. El proyecto ya ha recibido más de 550 millones de dólares en inversión y busca establecer una cadena de suministro nacional para el combustible nuclear.

En un momento donde la geopolítica complica la importación de uranio enriquecido, al contar con una tecnología propia, escalable y operativa, EE.UU. podría asegurar su abastecimiento eléctrico de origen nuclear y reducir riesgos estratégicos. Además, la reutilización de residuos acumulados refuerza el valor ambiental del proyecto, alineándose con objetivos de sostenibilidad y seguridad nacional.

Brasil y Alemania se conectan con un corredor verde energético

Los puertos de Rostock (Alemania) y Pecém (Brasil) han firmado un acuerdo de cooperación para establecer un corredor transatlántico que facilite la importación de hidrógeno verde y productos sostenibles desde Brasil hacia Europa. La alianza, formalizada como memorando de entendimiento por dos años, busca fortalecer la logística e impulsar inversiones estratégicas en ambas regiones. Pecém, con amplio potencial en energía solar y eólica, se perfila como un centro clave en la exportación de energías limpias, mientras Rostock aspira a consolidarse como uno de los principales puertos verdes de Alemania.

Para Europa, significa mayor seguridad energética y una vía concreta para avanzar en su transición ecológica sin depender de proveedores como Rusia. Para Brasil, abre las puertas a convertirse en exportador líder de energía verde, atrayendo inversiones clave en infraestructura y tecnología. El acuerdo también refuerza el papel de las alianzas internacionales en la lucha contra el cambio climático, conectando mercados y capacidades productivas en beneficio mutuo.

Qatar apuesta por la logística eléctrica con SANY

SANY Robotics entregó 40 carretillas elevadoras eléctricas en Qatar, en lo que representa su mayor pedido de este tipo en Oriente Medio. Los vehículos prestarán servicio en el proyecto logístico fronterizo de Abu Samra, aportando eficiencia energética en un entorno de alta exigencia climática. Equipadas con baterías de litio de alto voltaje, refrigeración líquida e inteligencia artificial, estas carretillas alcanzan un rendimiento comparable al de modelos diésel, pero sin emisiones contaminantes. La operación forma parte de la estrategia de modernización logística y transición energética de Qatar, que busca avanzar hacia una economía más limpia y diversificada.

Para SANY, consolida su expansión global bajo una estrategia basada en descarbonización y automatización inteligente. Además, el proyecto marca un avance en la electrificación de la cadena logística en Medio Oriente, abriendo oportunidades para replicar este modelo en otras zonas del mundo con condiciones similares.

OceanWings lista para zarpar con energía del viento

La empresa OceanWings recibió el Certificado de Diseño de Aprobación de Tipo (TADC) por parte de DNV, validando oficialmente su sistema de velas rígidas automatizadas como una solución confiable y segura para la propulsión eólica en barcos comerciales. Este reconocimiento, otorgado en la Semana Internacional del Transporte Marítimo en Londres, certifica que tanto su versión fija como inclinable cumple con los estándares más exigentes, abriendo la puerta a su integración inmediata en flotas globales. El sistema permite reducir significativamente el consumo de combustible y las emisiones, posicionando a OceanWings como líder en soluciones listas para cumplir con las nuevas normativas ambientales.

Este aval técnico llega en el momento justo, con la industria marítima bajo presión para cumplir con normas como FuelEU Maritime y el futuro Estándar Global de Combustibles de la OMI. El TADC reduce los riesgos regulatorios y operativos para armadores que buscan opciones limpias, facilitando la adopción de propulsión eólica auxiliar en buques de todo tipo.

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