
La nueva caldera de biomasa puesta en marcha por DS Smith Group en su planta de Rouen marca un gran avance en la descarbonización industrial europea. Esta inversión de 90 millones de euros reemplaza la antigua caldera de carbón por una planta de biomasa alimentada con residuos de madera, lo que permitirá reducir 99.000 toneladas anuales de emisiones de CO₂, cifra que equivale al consumo energético de 13.000 hogares franceses o a la retirada de 40.000 vehículos de las carreteras durante un año.
De residuos a energía limpia
La caldera aprovecha cerca de 94.000 toneladas anuales de biocombustible compuesto principalmente por residuos domésticos, industriales y de construcción, incluidos muebles en desuso, donde alrededor del 70 % de dichos materiales se recolectan en el área metropolitana de París y el 30 % restante en Normandía. Además, parte del biocombustible proviene de los propios subproductos generados en el proceso de fabricación de papel de DS Smith. Este enfoque circular garantiza un suministro local, a la vez que evitará que unas 70.000 toneladas de residuos de madera terminen en vertederos cada año.
Un modelo de caldera de biomasa replicable en Europa
El proyecto de Rouen es fruto de nueve años de planificación colaborativa entre DS Smith, el gobierno francés y socios industriales. Fue aprobado por el Plan Regional de Biomasa en 2022 y cuenta con el respaldo del Proyecto de Ley de Industria Verde de Francia y el Plan Industrial del Pacto Verde Europeo, además de contar con un apoyo de 15 millones de euros en subsidios por parte de ADEME, para impulsar esta transición.
La caldera de biomasa de Rouen representa una solución de transición energética que complementa estrategias a largo plazo como la electrificación o el hidrógeno verde. Al aprovechar los residuos de madera como fuente energética, DS Smith no solo optimiza recursos, sino que avanza con decisión hacia su objetivo de cero residuos a vertedero en 2030.

Noticias de interés adicional
China lanza nuevo satélite para mejorar vigilancia sísmica global
La Agencia Espacial Nacional China (CNSA) ha puesto en órbita el satélite Zhangheng 1B, un moderno instrumento de observación diseñado para mejorar la detección de terremotos y fenómenos electromagnéticos en la ionósfera terrestre. Lanzado con éxito desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan mediante un cohete Long March 2D, este satélite operará en una órbita sincronizada con el sol a una altitud de 500 kilómetros. Gracias a su avanzada tecnología, Zhangheng 1B permitirá la recopilación precisa de datos que faciliten investigaciones sobre posibles señales precursoras de sismos, un paso clave para fortalecer los sistemas de alerta temprana.
El Zhangheng 1B representa una colaboración entre la CNSA y la Administración de Terremotos de China, junto a entidades científicas como la Academia China de Ciencias. Su diseño y misión se centran en estudiar alteraciones geoeléctricas y campos magnéticos, lo que lo convierte en una herramienta estratégica para la prevención de desastres naturales. Así mismo, su desarrollo sigue la línea del primer Zhangheng 1 lanzado en 2018, consolidando una red satelital enfocada en el monitoreo sísmico global desde el espacio. Con esta nueva incorporación, China busca reafirmar su liderazgo en aplicaciones espaciales orientadas a la gestión del riesgo geológico.
SBM Offshore dirigirá operaciones del nuevo FPSO GranMorgu
La compañía SBM Offshore ha sido seleccionada para diseñar y operar el buque flotante de producción, almacenamiento y descarga (FPSO) denominado “GranMorgu”, destinado al bloque 58 de la costa surinamesa. Esta unidad estará al servicio de TotalEnergies y APA Corporation, operadores de la zona, y tendrá una capacidad de producción de 200 mil barriles de petróleo por día. El acuerdo abarca la ingeniería, adquisición, construcción e instalación del FPSO, además de su operación durante 25 años, lo que representa un avance importante en la infraestructura energética del país.
El FPSO GranMorgu incorporará tecnologías probadas en proyectos anteriores como Liza y Prosperity en Guyana, incluyendo una capacidad de almacenamiento de dos millones de barriles. El buque será construido utilizando un casco Fast4Ward® y ensamblado en Asia antes de ser desplegado en Surinam en 2028. Así mismo, este proyecto impulsará el desarrollo económico local y regional, y reafirma la posición de SBM Offshore como líder en soluciones flotantes para la industria offshore. Se espera que esta iniciativa acelere la explotación de los recursos petroleros surinameses, aportando estabilidad energética y oportunidades de crecimiento.
Moneypoint cierra su ciclo con el carbón tras cuatro décadas
Tras 40 años de operación, la central eléctrica de Moneypoint en Irlanda ha dejado de quemar carbón como fuente energética, marcando el cierre de una etapa clave en la historia energética del país. Propiedad de ESB (Electricity Supply Board), esta instalación fue durante años la principal generadora de electricidad a base de carbón, representando una fuente fundamental del suministro nacional. El cierre de esta actividad responde al compromiso de Irlanda con la reducción de emisiones contaminantes y el cumplimiento de metas climáticas más exigentes.
Ahora, el sitio de Moneypoint será reconvertido para acoger nuevas infraestructuras dedicadas a fuentes renovables, con especial enfoque en energía eólica marina y almacenamiento mediante baterías. Así mismo, el personal será capacitado para integrarse a las nuevas operaciones, garantizando una transición justa. Esta evolución refleja el cambio estratégico hacia una matriz energética más sostenible, en sintonía con las políticas ambientales de la Unión Europea. Moneypoint, que alguna vez simbolizó el poder del carbón, ahora se alinea con el futuro verde que Irlanda proyecta para su sistema energético.
Dikwe: energía renovable desde las olas africanas
Un equipo de investigadores de Marruecos y Alemania ha desarrollado el sistema Dikwe, una solución tecnológica capaz de convertir el movimiento de las olas en energía eléctrica. Instalado en la costa atlántica marroquí, este dispositivo utiliza una boya articulada conectada a una estructura costera, lo que permite transformar el vaivén marino en electricidad útil para comunidades costeras aisladas. El objetivo principal es ofrecer una fuente energética limpia, estable y accesible, sin depender de combustibles fósiles ni redes centralizadas.
El sistema Dikwe ha sido diseñado para operar en zonas con infraestructura limitada, ofreciendo una alternativa viable en regiones que enfrentan desafíos energéticos. Así mismo, su diseño modular y de bajo mantenimiento lo hace especialmente atractivo para su adopción a gran escala en África y otras regiones con recursos hídricos abundantes. La iniciativa también busca generar conciencia sobre el potencial de las energías marinas como complemento a la matriz renovable, destacando la capacidad del continente africano para impulsar soluciones propias en el combate al cambio climático.
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