Por: Franyi Sarmiento, Ph.D., Inspenet, 7 de junio de 2022
Una turbina submarina gigante que aprovecha las corrientes oceánicas profundas y las convierte en una fuente de electricidad es la turbina Kairyu, un sistema que podría proporcionar energía ilimitada y renovable, independientemente del viento o el sol.
Al igual que otras naciones, la mayor parte de la inversión de Japón en energías renovables se ha destinado a la energía eólica y solar. El país asiático ya es el tercer mayor generador de energía solar del mundo y está invirtiendo fuertemente en energía eólica marina.
Según Bloomberg, el fabricante japonés de maquinaria pesada IHI Corp, durante más de una década ha estado desarrollando esta turbina gigante similar a la de los aviones, con dos ventiladores que giran en sentido contrario a la corriente y un fuselaje central con sistema de ajuste de flotabilidad.
El prototipo de 330 toneladas, que ya ha sido probado con éxito, está diseñado para anclarse al fondo del mar a una profundidad de 30 a 50 metros. El plan es ubicarlo en la corriente de Kuroshio, que recorre la costa este de Japón y es una de las más fuertes del mundo, y transmitir la energía a través de cables en el fondo del mar.
“Las corrientes oceánicas tienen una gran ventaja en términos de su accesibilidad en Japón”, dijo Ken Takagi, profesor de política de tecnología oceánica en la Universidad de Tokio. “La energía eólica es geográficamente más adecuada para Europa, que está expuesta a los vientos del oeste y se encuentra en latitudes más altas”.
Pero, pese a sus alternativas de fuentes renovables, toda la Eurozona sufrió en mayo un aumento anual de los precios que fue impulsado por los altos costos de la energía, que alcanzaron el 39,2% (frente al 37,5% de abril). El aumento se vio exacerbado por la guerra en Ucrania, ya que las exportaciones están bloqueadas y los países de Occidente se esfuerzan por reducir su dependencia del gas ruso.
Foto: IHI Corp./NEDO