Un equipo de investigadores de la Universidad de Sídney, en colaboración con Dewpoint Innovations, ha desarrollado un recubrimiento de polímero nanoestructurado que actúa como pintura refrigerante y sistema de captación de agua atmosférica, sin la necesidad de una fuente de energía eléctrica.
Los recubrimientos inteligentes y la pintura refrigerante
El nuevo recubrimiento fue fabricado a partir de fluoruro de polivinilideno-co-hexafluoropropeno (PVDF-HFP), logra reflejar hasta el 97 % de la luz solar, debido a su estructura porosa interna. Dicha característica permite mantener la superficie hasta seis grados más fríos que el aire circundante, generando condiciones ideales para la condensación de humedad en forma de gotas sobre la superficie del material.
Durante pruebas al aire libre realizados en la azotea del Centro de Nanociencia de Sídney, el recubrimiento logró recolectar rocío durante más del 30 % del año, incluso en condiciones de baja humedad. En escenarios óptimos, se recolectaron hasta 390 mililitros por metro cuadrado al día, lo que convierte a esta tecnología en una opción viable para complementar otras fuentes de agua potable.
Este recubrimiento puede aplicarse como una pintura convencional mediante rodillo o pulverizador, y ha sido diseñado para resistir la degradación bajo exposición solar intensa. Por ejemplo, algunas pinturas blancas no utilizan pigmentos UV como el dióxido de titanio, mejoran su durabilidad y evita efectos adversos como el deslumbramiento, una cualidad que integra el producto de la empresa.
El uso de este tipo de recubrimientos podría reducir la dependencia del aire acondicionado y mitigar el efecto isla de calor en ambientes urbanos. También abre posibilidades para abastecer agua a través de techos en viviendas, infraestructuras remotas o instalaciones agrícolas, incluso en zonas áridas donde la humedad nocturna permite la formación de rocío.
Con más de dos millones de hogares australianos recolectando agua de lluvia, la integración de este recubrimiento representa una mejora estratégica. Además, su aplicación podría extenderse a usos como horticultura de precisión, refrigeración por nebulización y generación de hidrógeno, donde se requiere una fuente de agua constante y descentralizada.
Fuente y foto: The University of Sydney