James Fisher Decommissioning, una división de James Fisher and Sons, ha finalizado con éxito sus operaciones de desmantelamiento en el Golfo de Tailandia. Este trabajo se enmarca dentro de una campaña de mayor envergadura dirigida a la desactivación de activos en el final de su vida útil para un prominente operador de la región.
Desmantelamiento marítimo: Proyecto clave en Tailandia
Posteriormente, esta empresa especializada en desmantelamiento marino logró extender su acuerdo con un destacado operador de ingeniería, preparativos, remoción y disposición (EPRD) en el sector marítimo. Este contrato se convierte así en el proyecto de mayor magnitud que James Fisher Decommissioning ha emprendido hasta la fecha.
Además, el gigantesco proyecto de desmantelamiento incluyó el uso de tecnología avanzada para la verificación de cortes en tiempo real, facilitando la desactivación de 25 plataformas de gas que ya no estaban en operación. Esta tecnología fue una pieza clave para apoyar la campaña más amplia de desactivación de activos del cliente.
Durante el proceso de remoción de la estructura metálica submarina, se utilizó un sistema de visualización para cada corte abrasivo, permitiendo que las operaciones se realizaran correctamente en el primer intento, eliminando la necesidad de revisar el corte inicial. Según declaraciones de la empresa, esta innovación redujo a la mitad los tiempos de corte, optimizando de este modo la eficiencia y economizando tiempo valioso para el proyecto.
James Fisher lidera en responsabilidad ambiental
Mark Stephen, director de desmantelamiento en James Fisher, destacó que este tipo de operación ha sido una primicia para la compañía en cuanto al volumen y duración de la remoción de estructuras metálicas. Expresó su orgullo por haber formado parte de un proyecto que no solo cumplió con los tiempos estimados, sino que también aseguró los más altos estándares de calidad para el cliente.
Un aspecto importante, es que las operaciones de desmantelamiento en el sector marítimo implican la remoción de estructuras y también promueven la responsabilidad ambiental. Al retirar infraestructuras obsoletas, se minimizan los riesgos ecológicos y se posibilita la recuperación de áreas afectadas por antiguas operaciones industriales, lo que contribuye significativamente a la conservación de los ecosistemas marinos.
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Fuente: marinetechnologynews
Foto: Shutterstock
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