El despegue de la cápsula Starliner de Boeing se retrasa debido a un problema técnico en una válvula del cohete Atlas V, encargado de propulsar la cápsula al espacio. El lanzamiento estaba programado para la noche del lunes, destinado hacia la Estación Espacial Internacional. Ahora se encuentra pospuesto, sin nueva fecha definida para el evento.
Starliner de Boeing se retrasa por falla imprevista
El cohete Atlas V, producido por United Launch Alliance, es producto de una colaboración entre Boeing y Lockheed Martin. No obstante, este incidente se suma a una serie de demoras que ha sufrido el proyecto Starliner de Boeing, planificado con dos astronautas a bordo y salvaguardar su seguridad.
La NASA ha informado que una válvula de alivio de oxígeno, en la segunda etapa del cohete Centaur, demostrando un comportamiento inusual, “creando un zumbido inusual o abriéndose y cerrándose de manera continua“. Esto se traduce a una inspección exhaustiva, para decidir si necesita ser reemplazada por haber sido utilizada en exceso.
Ahora bien, se contempla la reprogramación del lanzamiento de la capsula cst 100 Starliner para ejecutarse a finales del día, o ser postergada hasta el viernes o sábado. Desde la NASA, aseguran que la integridad de la tripulación está garantizada, y que el lanzamiento podría haber continuado, bajo otras circunstancias, como si se tratara de un satélite.
La certificación de la NASA, Boeing y United Launch Alliance
La determinación de posponer el evento fue una decisión conjunta entre la NASA, Boeing y United Launch Alliance. Este vuelo había sido originalmente planificado para el verano pasado, pero se identificaron problemas con el sistema de paracaídas y el uso de materiales inflamables en la nave, lo que llevó a su aplazamiento.
Este plan de vuelo contempla que los astronautas de la NASA, Barry Wilmore y Sunita Williams, permanezcan al menos ocho días realizando pruebas en el Starliner acoplado, con un retorno a la Tierra previsto para no antes del 15 de mayo.
La cápsula Starliner de Boeing está diseñada para ofrecer a la NASA una alternativa de transporte estadounidense a la estación espacial, complementando la cápsula Crew Dragon de SpaceX. A pesar de que un vuelo de prueba no tripulado en el año anterior logró acoplarse a la estación, el primer intento en 2019 no alcanzó su objetivo.
La presión del éxito en las misiones
Boeing enfrenta una presión mediática para asegurar el éxito del Starliner, especialmente tras recibir un contrato de 4.200 millones de dólares de la NASA en 2014, como asistencia y servicio a la Estación Espacial Internacional. También se relaciona con el contrato de 2.600 millones de dólares otorgado a SpaceX, empresa ha logrado enviar ocho tripulaciones a la estación con éxito.
Es importante para Boeing que el Starliner triunfe, dado el historial reciente de problemas con sus jets 737 Max 8, así como incidentes en otros vuelos. La compañía también ha absorbido costos adicionales de 1.500 millones de dólares por sobrecostos en el proyecto Starliner.
Finalmente, la elección de empresas estadounidenses como Boeing para proveer estos servicios de lanzamiento, es una estrategia de la NASA para no depender más del programa espacial ruso, como ha sido necesario desde la conclusión del programa de transbordadores espaciales en 2011.
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Fuente: latimes.com
Foto: NASA’s Johnson Space Center