Por: Inspenet, 18 de enero 2022
La petrolera Shell y la alemana Thyssenkrupp Uhde Chlorine Engineers (filial de Thyssenkrupp) han firmado un acuerdo para llevar a cabo la construcción de una inmensa planta de electrólisis de hidrógeno en el puerto de Róterdam (Países Bajos) como parte del proyecto a gran escala “Hydrogen Holland I”.
Con un tamaño estimado de dos hectáreas, esta planta estará alimentada por el parque eólico marino de 759 MW denominado “Hollandse Kust Noord”, de cuya gestión se encarga CrossWind, un consorcio formado por Shell y Eneco. Se prevé iniciar la construcción en la primavera de este mismo año y la planta podría estar plenamente operativa en 2024.
De acuerdo a los comunicados oficiales de ambas empresas, “Thyssenkrupp será la encargada de diseñar, adquirir y fabricar la planta de electrólisis de hidrógeno de 200 MW” basada en su módulo de electrólisis de agua alcalina de 20 MW a gran escala.
La planta estará situada en el puerto de Róterdam, conocido como “Europoort”, que es el más grande de Europa y uno de los veinte puertos con mayor tráfico de contenedores a nivel mundial.
Por su parte, CrossWind estima que su parque eólico marino esté operativo en 2023 con una capacidad instalada de 759 MW y 69 aerogeneradores Siemens Gamesa de 11 MW. De acuerdo con el consorcio, el “Hollandse Kust Noord” será capaz de generar al menos 3,3 TWh al año.
El hidrógeno verde se podrá transportar a través de una tubería con una longitud de unos 40 kilómetros que se extenderá desde la planta situada en el puerto de Róterdam hasta el Parque de Energía y Químicos de Shell en la ciudad neerlandesa.
Para Thyssenkrupp este acuerdo representa una gran oportunidad “para formar parte de la transición europea hacia la energía verde”, según el director del desarrollo de hidrógeno verde de la compañía, mientras que Shell busca “fortalecer la estrategia de hidrógeno”.
En relación a esto, el gigante petrolero anglo-holandés ha firmado recientemente otros acuerdos con el fin de descarbonizar sus propias operaciones, como el que llevó a cabo con el fabricante de aluminio noruego Hydro Havrand el pasado mes de noviembre de 2021 “para trabajar la identificación de oportunidades para producir y suministrar hidrógeno renovable”.
De esta forma, con este tipo de planes y otros como la reconversión de sus gasolineras en centros de carga para vehículos eléctricos en ciudades como Londres, Shell busca cumplir con los objetivos impuestos por la justicia, tras convertirse en la primera compañía condenada a reducir sus emisiones por contribuir al cambio climático en mayo de 2021.