El conglomerado estatal ruso Rosatom ha dado un paso decisivo al fabricar su nueva centrífuga de gas GC-10, pensada para la separación de isótopos de uranio. Esta innovación representa la culminación de décadas de desarrollo tecnológico en enriquecimiento de uranio mediante centrifugación gaseosa, el método más eficaz para obtener uranio-235, necesario en reactores de energía y transporte.
Según la División de Combustible de Rosatom, las nuevas centrífugas superan en productividad y eficiencia a todas las generaciones anteriores en operación. La etapa final del desarrollo contempla su prueba industrial en una planta del complejo de separación y sublimación, antes de avanzar a la producción en serie.
Eficiencia de la centrífuga de gas GC-10 y precisión atómica
La tecnología detrás de la GC-10 se basa en la rotación a más de mil revoluciones por segundo para separar isótopos de uranio a partir de hexafluoruro de uranio, un compuesto que permite la conversión gaseosa necesaria. El proceso optimiza la obtención de uranio-235, más ligero que el uranio-238, garantizando un enriquecimiento preciso con un menor consumo energético.
Esta décima generación se distingue por incorporar materiales avanzados desarrollados por la División de Compuestos de Rosatom, mejorando la durabilidad operativa y reduciendo la necesidad de mantenimiento frecuente.
Ingeniería rusa al servicio de la energía global
TVEL, la subsidiaria encargada del combustible, subraya que la GC-10 forma parte de un programa a largo plazo de reemplazo progresivo de equipos por versiones más eficientes como las GC-9+. La nueva centrífuga servirá a reactores tanto en Rusia como en más de 15 países clientes.
Alexander Ugryumov, vicepresidente sénior de Actividades Científicas y Técnicas en TVEL, explicó que este avance coincide con el 80º aniversario de la industria nuclear rusa y demuestra el liderazgo sostenido del país en tecnologías clave del sector. La GC-10 se suma al esfuerzo estratégico para cubrir la demanda creciente de combustible nuclear ante la expansión planificada de nuevas centrales en Rusia.
Desde su invención en la URSS, la centrifugación de gas ha evolucionado hacia máquinas compactas, resistentes y altamente eficientes. La GC-10 es heredera directa de este legado y promete ampliar la capacidad de enriquecimiento sin comprometer la seguridad ni la sostenibilidad del proceso.
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Fuente y foto: Rosatom
