Inspenet, 10 de diciembre 2023.
Rolls-Royce tiene la intención de vender su segmento de motores eléctricos para aviones en un esfuerzo por recaudar hasta 1.500 millones de libras mediante la venta de activos no estratégicos. El CEO, Tufan Erginbilgic, argumenta que los Combustibles Sostenibles para la Aviación (SAF) representan la única solución viable para que los aviones de gran tamaño alcancen sus metas climáticas en el futuro cercano.
En ese sentido, la empresa está reorganizando su división de motores aeronáuticos y abandonando la sección dedicada a aeronaves puramente eléctricas, centrada en aviones pequeños. Según Erginbilgic, Rolls-Royce debe tomar “decisiones sobre la asignación de recursos” y la venta de esta unidad ofrecerá un “mejor valor a un tercero”. Aunque la división de automóviles de Rolls-Royce es propiedad de BMW, una porción independiente de la empresa se especializa en la fabricación de motores para aviación y marina.
Erginbilgic también declaró a los periodistas en una rueda de prensa: “No creo que en los próximos 15 ó 20 años el hidrógeno vaya a desempeñar un papel“, aunque la empresa seguirá trabajando en la tecnología del hidrógeno” con EasyJet.
Así mismo, el CEO expresó su convicción de que el Combustible de Aviación Sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) será el único medio para lograr los objetivos de cero emisiones netas. Estas declaraciones generaron cierta controversia dentro de la compañía, lo que llevó a Rolls-Royce a emitir una declaración separada posterior a la llamada, reiterando su compromiso con el desarrollo de capacidades de hidrógeno en colaboración con EasyJet y manifestando su aspiración de llevar esta tecnología a pruebas de vuelo a largo plazo.
Rolls-Royce y el SAF
Aunque la creencia de que el SAF es la única opción realista para vuelos de larga distancia, especialmente aquellos que superan los 2.000 Km, no es novedosa en la industria. Se destaca que, hasta el momento, la combustión de hidrógeno es la única tecnología de bajas emisiones que puede impulsar aviones de gran envergadura en vuelos intercontinentales e internacionales.
Después de las afirmaciones contundentes del CEO y la confirmación posterior de que la empresa continuará dedicándose al desarrollo de aviones con pila de combustible de hidrógeno, el CEO dirigió sus declaraciones hacia la rentabilidad inmediata. Expresó su compromiso de abordar las ineficiencias en Rolls-Royce mediante un enfoque específico en el sector de los aviones de fuselaje ancho de la aviación civil, que representa la mayor parte de los ingresos de la empresa. Estos márgenes de beneficio se espera que aumenten del 2,5% del año pasado a un rango de 15-17% a corto plazo.
“Estamos fijando objetivos financieros convincentes y alcanzables a medio plazo, que llevarán a Rolls-Royce mucho más allá de cualquier rendimiento financiero anterior“, afirma Erginbilgic.
Las dificultades financieras afectaron negativamente a Rolls-Royce en el periodo previo a este año, marcado por problemas con su motor Trent 1000 y los impactos de la pandemia. La paralización de los aviones de larga distancia durante los bloqueos llevó a la disminución de los ingresos vinculados a las horas de vuelo de los motores.
Durante la fase de aviones completamente eléctricos de Rolls-Royce, la compañía buscó establecer récords con el avión eléctrico más rápido en colaboración con ACCEL, que realizó su vuelo inaugural en 2021. Además, Rolls-Royce se asoció con el diseñador de aviones Tecnam para suministrar a la aerolínea regional noruega Widerøe un avión de pasajeros totalmente eléctrico para 2026. Sin embargo, Tecnam se retiró del proyecto a mediados de este año, citando problemas en el desarrollo de las baterías. Además, en 2021, Rolls-Royce invirtió en la start-up británica Vertical Aerospace, centrada en el desarrollo de taxis aéreos eléctricos.
En el año anterior, Rolls-Royce inició una colaboración en movilidad aérea con Hyundai, centrada en el desarrollo conjunto de tecnologías de propulsión totalmente eléctrica y pilas de combustible de hidrógeno para la aviación. Ambas compañías firmaron una carta de intenciones con el objetivo de ofrecer soluciones de bajas emisiones para los mercados de Movilidad Aérea Urbana (UAM) y Movilidad Aérea Regional (RAM). El futuro de esta colaboración aún está por determinarse para Rolls-Royce.
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Fuente: worldenergytrade.com
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