Inspenet, 22 de Junio de 2023.
Los robots de última generación son capaces de ver, oír, interpretar órdenes y gestos. La IA está revolucionando todas las áreas y como es de esperarse, el tema despierta la preocupación en cuanto a la pérdida de los puestos de trabajo.
Muchos expertos aseguran que más que una sustitución existirá una adaptación, pues se acoplarán los puestos de trabajo a las tecnologías e innovaciones existentes tal como ha venido pasando desde hace años dónde se ha introducido la robótica en lugares donde las personas trabajan de forma manual. Así mismo, numerosas empresas han automatizado y robotizado sus sistemas y esto, por lo general, no ha supuesto una pérdida de empleo.
Según Goldman Sachs, la IA afectará en los próximos años a 8 de cada 10 trabajos en el mundo, lo que equivale a unos 300 millones en total. Ellos expresan que algunos desaparecerán y otros muchos se degradarán.
¿A quiénes no podrán sustituir los robots?
Hasta ahora, los trabajos físicos son los que están exentos de esta revolución tecnológica que supone la implantación de robots con inteligencia artificial. Por el contrario, los trabajos rutinarios y basados en recopilación y análisis de datos e información se verán en peligro, entre ellos los abogados y periodistas.
La abogado Elen Irizabal señala que “aunque algunas carreras desaparezcan, otras relacionadas con la IA y la tecnología se van a crear”. Esta profesional del derecho ha escrito un libro llamado La inteligencia artificial explicada para abogados, donde explica cómo utilizar la IA y resalta, además, que una de las ventajas es que los abogados ya no dedicarán tanto tiempo a la producción de información y demás actividades rutinarias, sino que podrán dedicarse en cambio a actividades de mayor valor como por ejemplo el contacto e interacción con los clientes.
Otro de los campos donde ha llegado la IA es el de recursos humanos, donde distintos modelos se utilizan para la selección de personal. Un ejemplo es el robot utilizado por la empresa LKS-NETX, el cual registra la voz, analiza hasta 40 minutos de conversación y saca sus propias conclusiones, tomando en cuenta el vocabulario y sintaxis utilizada por los aspirantes. Sin embargo, la alta dirección lo ha programado para que no tome ninguna decisión con respecto a la selección.
Por su parte, el mundo de la educación no es la excepción en este caso, pues para nadie es un secreto que los estudiantes conocen muy bien las herramientas y le sacan ventaja a los profesores, quienes mayormente han prohibido su uso impulsados por el temor que sienten de que los alumnos pierdan su capacidad de análisis y no exista un genuino proceso de aprendizaje.
¿Es la IA una oportunidad o una amenaza? Esta es la pregunta que muchos se hacen en este momento.
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