La Universidad Técnica de Viena (TU Wien) ha hecho que un robot aprenda a limpiar observando a humanos. Desarrollado en el Instituto de Automatización y Control de la TU Wien, este dispositivo promete cambiar lo que hasta ahora se percibe para la limpieza automatizada, aplicando una avanzada combinación de inteligencia artificial y aprendizaje automático.
Un “robot limpiador” que aprende viendo
En lugar de depender de algoritmos rígidos, el robot se entrena observando a una persona limpiar el borde de un lavabo. Mediante el uso de una esponja equipada con sensores de fuerza y marcadores de seguimiento, la máquina registra cada movimiento y ajusta la presión y velocidad en tiempo real. Este proceso genera un vasto conjunto de datos que se utilizan para entrenar redes neuronales, optimizando las “primitivas de movimiento” que determinan las acciones del robot.
Los datos de la demostración se registran con una herramienta instrumentada. Fuente: TU Wien
La aplicación de esta tecnología no se limita solamente a la limpieza. Según el profesor Andreas Kugi, el robot podría adaptarse para tareas como lijar, pulir o aplicar adhesivos en distintas superficies industriales. Este enfoque permite que el robot imite y adapte sus movimientos a distintas geometrías y materiales.
El potencial de esta innovación se hizo evidente durante el congreso IROS 2024 en Abu Dhabi, donde recibió el premio “Best Application Paper Award“. En el comunicado, la universidad también compartió el estudio original.
Además, el equipo de TU Wien planea un futuro donde estos robots colaboren y compartan conocimientos entre sí. Gracias al “aprendizaje federado”, las máquinas podrían adquirir y mejorar habilidades de forma colectiva sin comprometer datos específicos de cada entorno de trabajo. Esto abriría la puerta a una red de robots que optimicen tareas en talleres de carpintería, metalistería y más.
Más allá de limpiar lavabos
El investigador Christian Hartl-Nesic destaca que, aunque la tarea de capturar la geometría de un lavabo puede parecer simple, enseñar movimientos precisos al robot es un desafío complejo. Sin embargo, las pruebas en Viena han demostrado que el robot puede adaptar sus técnicas de limpieza incluso a superficies curvadas y variables.
Por su parte, Christoph Unger, estudiante de doctorado, subraya la importancia de la flexibilidad en aplicaciones industriales, donde las demandas varían constantemente.
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Fuente y foto: Universidad Técnica de Viena