El presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), José Luis Navarro, proporcionó detalles sobre el proyecto que actualmente lidera la empresa: el desmantelamiento de la central nuclear de Garoña, la cual fue inaugurada en 1971.
El cese de operaciones de la Central nuclear de Garoña
Navarro señaló que la central de Garoña cesó operaciones de manera inusual, pues Nuclenor (con participación equitativa de Iberdrola y Endesa) la desconectó de la red a finales de 2012 para eludir un nuevo gravamen.
No fue hasta 2017 que el Ministerio de Energía rechazó la renovación de su licencia de operación y Enresa tomó el control de la central en 2023, marcando un retraso no habitual en términos de tiempo, pero no en aspectos técnicos.
Este retardo en el inicio del desmantelamiento, según Navarro, ha privado a la región de un impulso económico que habría sido generado por los trabajos de desmantelamiento, destacando que lo ideal es comenzar la preparación del proceso cinco años antes del cierre de la central.
Resaltando la experiencia previa de Enresa con el desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera en Guadalajara, Navarro detalló que la primera fase del desmantelamiento de Garoña incluyó la caracterización radiológica de diversas áreas de la planta entre 2019 y 2023.
La gestión para el traslado de los residuos radiactivos
Durante la gestión del combustible gastado, se almacenarán los residuos radiactivos en 49 contenedores en un almacén temporal individualizado. Esta fase también incluirá la descontaminación de circuitos radiológicos clave y el desmontaje de componentes significativos del edificio de la turbina.
Posteriormente, en la segunda fase, se procederá al desmontaje de los componentes principales de la instalación, para eventualmente devolver el sitio a la empresa propietaria, asegurando siempre la supervisión radiológica del área.
Cabe destacar que los residuos radiactivos serán trasladados al centro de almacenamiento de El Cabril en Córdoba, que ya aloja desechos de hospitales, industrias y centros de investigación. Navarro enfatizó que la gestión y transporte de los contenedores de combustible nuclear gastado representan un desafío significativo.
España no espera contar con una instalación de almacenamiento definitivo hasta 2073, así que por el momento, los residuos estarán en un Almacén Temporal Descentralizado. Enresa mantiene un compromiso con la comunicación y transparencia, planeando abrir un centro de información sobre el desmantelamiento de la central nuclear de Garoña.
La transición de Garoña desde una central nuclear activa hasta su desmantelamiento subraya la complejidad y la importancia de una gestión segura de residuos radiactivos. Este caso pone de relieve la necesidad de avanzar hacia soluciones de almacenamiento a largo plazo para garantizar la seguridad y la sostenibilidad ambiental.
La experiencia acumulada y las lecciones aprendidas en este y otros proyectos similares son vitales para informar y mejorar las prácticas futuras en la gestión de residuos nucleares a nivel mundial.
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Fuente: nortexpres.com
Fotos: shutterstock
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