Un equipo surcoreano ha validado que un recipiente a presión criogénica con aleación de titanio fabricado mediante impresión 3D, logrando operar con fiabilidad en condiciones extremas de frío y alta presión.
La impresión 3D de una herramienta de presión criogénica
El Instituto Coreano de Tecnología Industrial (KITECH) y el Centro Avanzado de Manufactura Aditiva de Corea (KAMIC), junto con el Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea (KARI) y socios industriales, construyeron un tanque de 130 litros y 640 mm de diámetro mediante un proceso de Deposición de Energía Dirigida con láser y alambre metálico. La elección del titanio Ti64 se basó en su resistencia mecánica, bajo peso y estabilidad térmica.
Para su fabricación, las mitades hemisféricas fueron producidas capa por capa con control de calidad en tiempo real y optimización de la deposición. Tras el tratamiento térmico y mecanizado de precisión, las piezas se unieron para formar un recipiente monolítico capaz de soportar presiones operativas espaciales.
El ensayo criogénico, realizado por KARI, consistió en enfriar el tanque a –196 °C con nitrógeno líquido y aumentar gradualmente la presión interna hasta 330 bares. Además, los sensores y cámaras de alta velocidad confirmaron que la estructura respondió exactamente como se predijo en los modelos de análisis.
Este resultado abre la puerta a diseños más eficientes y ligeros en vehículos de lanzamiento espacial y satélites, eliminando limitaciones del moldeo y forjado convencionales. El equipo prevé ampliar las pruebas con ciclos de presión y avanzar hacia la certificación para misiones reales.
Fuente y foto: KAMIC