La empresa ETFuels continua en la producción comercial de e-metanol en Estados Unidos con el inicio de la ingeniería básica de Rattlesnake Gap, su proyecto insignia ubicado en el oeste de Texas. Dicha instalación está llamada a convertirse en la planta de metanol sintético más grande del país, aportando una nueva dimensión a la transición energética del transporte marítimo y aéreo.
Las condiciones de Rattlesnake Gap y el combustible sintético
La selección de Texas como sede no es casualidad. El estado ofrece un entorno estratégico inmejorable para proyectos de combustibles alternativos: acceso a energías renovables competitivas, infraestructura industrial desarrollada y una regulación favorable. Estas condiciones permiten a ETFuels acelerar la ejecución de soluciones sostenibles con potencial global.
El diseño de la planta está liderado por S&B Engineers and Constructors desde Houston, mientras que los electrolizadores provienen de John Cockerill en Baytown. Además, se integrará la tecnología eMERALD de Johnson Matthey para la síntesis de metanol. Esta combinación de experiencia y tecnología busca garantizar eficiencia desde el inicio de operaciones.
La futura producción de Rattlesnake Gap se alinea con la demanda creciente de combustibles sintéticos impulsada por regulaciones como FuelEU Maritime y los mandatos e-SAF en Europa y el Reino Unido. ETFuels apunta a abastecer principalmente los sectores de aviación y transporte marítimo, que requieren soluciones compatibles con los objetivos de descarbonización exigidos por la normativa internacional.
En menos de tres años, ETFuels ha construido un portafolio que abarca Estados Unidos, Reino Unido, España y Finlandia. Con más de 2,5 GW en proyectos de energía renovable y una estrategia orientada a la ejecución ágil, la empresa busca consolidarse como proveedor clave de e-fuels a nivel mundial. Rattlesnake Gap representa el primer paso tangible de esa visión.
Fuente y foto: ETFuels