Por: Franyi Sarmiento, Ph.D., Inspenet, 23 de mayo 2022
El Prelude FLNG es una enorme plataforma de gas licuado, tan grande, que es la mayor en su tipo y se presenta como la estructura flotante más grande construida. Mide casi medio kilómetro de longitud.
El Prelude incluso supera en tamaño al Seawise Giant, el megapetrolero de 458,4 metros de eslora construido en la década de 1970 y que reinó durante décadas en los mares como el mayor barco del globo.
La plataforma, de Royal Dutch Shell, mide 488 m de largo y 74 de ancho, pesa 600.000 toneladas con sus tanques llenos; es capaz de almacenar líquido suficiente para llenar 175 piscinas olímpicas y podría —o eso aseguran sus responsables, al menos— soportar el envite de un ciclón de categoría cinco. Además de larga, la plataforma es alta: según precisa la propia Shell, la torreta que atraviesa la instalación alcanza los 93 metros.
La plataforma procesa gas natural, procedente de los yacimientos submarinos situados a unos 475 kilómetros de la costa de Broome, en Australia Occidental. Allí se espera que permanezca más o menos entre dos y tres décadas. En la plataforma el gas se enfría a -162ºC para convertirlo en GNL y facilitar su almacenaje y transporte. Luego se traslada a los clientes con embarcaciones.
La compañía espera que genere unos 3,6 millones de toneladas anuales de gas natural licuado, GNL. Solo con su producción, estima la compañía, la megaplataforma podría generar el suministro necesario para cubrir con creces —en cerca de un 117%— la demanda de Hong Kong.
La gigantesca estructura gasística es el primer despliegue de la tecnología FLNG de Shell. Una vez finalizado, Prelude se posicionó en su sitio en 2017 y a finales de 2018 iniciaba ya sus labores de producción.
De acuerdo con el Journal of Petroleum Technology, tras su estreno, hace ya cuatro años, Prelude ha tenido que afrontar varios incidentes. Quizás el de mayores repercusiones fue el registrado en diciembre de 2021, cuando sufrió un incendio que derivó en un corte de energía a bordo, donde viven alrededor de 200 personas. NOPSEMA, la autoridad australiana en la materia, le ordenó que detuviera su producción por varios meses.
Shell no ha revelado el importe exacto de la construcción del Prelude, pero algunos expertos hablan de un coste global del proyecto de 17.000 millones de dólares. En 2011 Samsung, encargada de la construcción, apuntaba que la embarcación rondaría los 3.000 millones. En su “aventura”, además de Shell, con el 67,5%, están también Inpex de Japón (17,5%), Kogas de Corea del Sur (10%) y CPC Corp de Taiwán (5%).
Fotos: Shell