La multinacional petrolera Shell anunció que suspenderá temporalmente la construcción de su planta europea de biocombustibles en Rotterdam debido a las desfavorables condiciones del mercado. Esta decisión se produce en un contexto en el que las empresas energéticas globales están reevaluando sus inversiones en proyectos de energía baja en carbono.
Shell pausa su planta europea de biocombustibles
La filial de Shell, Shell Nederland Raffinaderij, ha decidido detener los trabajos en su instalación de biocombustibles, que tiene una capacidad de producción de 820.000 toneladas anuales. La pausa en la construcción tiene como objetivo revisar la entrega del proyecto y asegurar su competitividad futura en el mercado actual, según explicó la compañía.
El Director de Downstream, Renovables y Soluciones Energéticas de Shell, Huibert Vigeveno, afirmó que esta pausa permitirá evaluar la manera más viable de continuar con el proyecto. Además, Vigeveno subrayó el compromiso de Shell con la meta de cero emisiones netas para 2050, destacando que los combustibles bajos en carbono son esenciales para la estrategia de descarbonización de la empresa y sus clientes.
También la competidora británica BP ha reducido sus planes para desarrollar nuevos proyectos de combustible de aviación sostenible y biocombustibles diésel renovables. BP ha pausado la planificación de dos proyectos potenciales y continúa evaluando tres más.
El reajuste de objetivos de Shell
A principios de este año, Shell reafirmó su de ser un negocio de energía neta cero para 2050. No obstante, ajustó su objetivo de intensidad de carbono para 2030 y retiró su meta intermedia para 2035 de una reducción del 45% en la intensidad neta de carbono.
También Shell indicó que será necesaria una inversión continua en petróleo y gas, ya que la demanda de estos recursos disminuirá más lentamente que la tasa natural de declive de los yacimientos existentes, estimada entre 4-5% anual. En verano de 2023, Shell presentó una nueva estrategia que incluye seguir invirtiendo en la producción de petróleo y gas, destinando capital de forma selectiva a soluciones de energía renovable. Esta estrategia ha sido criticada por activistas climáticos y algunos inversores institucionales.
El CEO de Shell, Wael Sawan, argumentó que reducir la producción mundial de petróleo y gas sería “peligroso e irresponsable”, porque el mundo todavía depende en gran medida de estos hidrocarburos para satisfacer sus necesidades energéticas.
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Fuente: Shell
Foto: Shutterstock