Durante la Conferencia de Aguas Pluviales llevada a cabo en Wellington, Marcus Hall, topógrafo de la compañía Beca, presentó a PIPE-i; un robot desarrollado por el equipo de la compañía para realizar inspecciones detalladas en espacios confinados y entornos de difícil acceso como alcantarillas y túneles, evitando exponer a los trabajadores a riesgos innecesarios.
El origen de PIPE-i
Este vehículo robótico de inspección fue fabricado entre junio de 2022 y junio de 2023, cuando los ingenieros estructurales de Beca tuvieron que inspeccionar una alcantarilla gravemente agrietada y deformada bajo una carretera estatal.
Los métodos tradicionales resultaron ineficaces, lo que llevó a la compañía a investigar soluciones disponibles en el mercado. Al no encontrar ninguna que cumpliera con los requisitos, la empresa decidió desarrollar su propia solución: PIPE-i, que tuvo un costo de desarrollo de aproximadamente 100.000 dólares y fue financiado por el Beca Innovation Investment Group (IIG) tras un detallado caso de negocio.
Una solución para la inspección de espacios confinados
PIPE-i está equipado con un escáner 3D Leica BLK360, que le permite capturar datos tridimensionales precisos en entornos donde no es seguro para las personas ingresar. También utiliza tecnologías avanzadas como el escáner 3D y sistemas de captura de realidad para mapear y analizar con precisión los espacios que explora. Equipado con cámaras de alta resolución y sensores de proximidad, este robot inspector es capaz de navegar de manera autónoma, capturando datos detallados que son cruciales para la evaluación de la infraestructura.
Así mismo, PIPE-i proporciona imágenes de 360° en alta definición y sus capacidades permiten la recolección de nubes de puntos tridimensionales, que luego se comparan para detectar cualquier cambio en la estructura de los espacios inspeccionados. Esto no solo mejora la precisión de las inspecciones, sino que también ofrece una solución más segura y rentable para la gestión de activos críticos.
Un robot de inspección útil
Es importante mencionar que el equipo de Beca ha llevado a cabo exitosamente varias operaciones utilizando al robot, incluyendo inspecciones en sitios como Weeper CT y Dome Valley CT. Estos logros son un testimonio del potencial que tiene esta tecnología para transformar la forma en que se realizan las inspecciones en espacios confinados.
Entre los próximos pasos que Beca está explorando se encuentra la integración de inteligencia artificial y aprendizaje automático en PIPE-i. Estas mejoras permitirán una recolección de datos aún más autónoma y la posibilidad de identificar problemas estructurales como grietas con mayor rapidez y precisión.
Sin dudas, esta solución representa un avance significativo en la industria de la inspección robótica, combinando tecnología de punta con un enfoque claro en la seguridad del personal y la eficiencia operativa. El equipo de Beca, que incluye a Marcus Hall, Jack Donaghy, Sam Fielden y Max Haberkorn, continúa trabajando en el desarrollo de esta herramienta, con la promesa de seguir innovando en el campo de la inspección de espacios confinados.
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Fuente y foto: BECA | Marcus Hall
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