Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene la intención de reducir sus emisiones de metano en un 30% para 2030, pero este compromiso medioambiental podría conllevar una disminución significativa en su contribución fiscal, afectando directamente los ingresos gubernamentales.
Desde marzo, Pemex aprobó un ambicioso plan de sostenibilidad con miras a 2030, centrado en disminuir sus emisiones de metano en un 30%. Sin embargo, este esfuerzo medioambiental podría tener un impacto negativo en la contribución de la empresa al erario público.
Ingresos gubernamentales de Pemex disminuyen por la reducción de emisiones de metano
Especialistas advierten que los ingresos gubernamentales derivados de la exploración y producción de hidrocarburos podrían disminuir en un 84% en un escenario de cero emisiones netas. En este contexto, la participación de Pemex en los ingresos totales del gobierno podría reducirse dramáticamente del 18% al 3%, según un análisis de Carbon Track, una organización con sede en Londres.
Además, Fernanda Ballesteros, directora para México de Natural Resource Governance Institute, subrayó que más del 70% de los gases industriales que causan el calentamiento global son emitidos por empresas extractoras de petróleo, gas y carbón. Estas compañías se encuentran en el núcleo de los esfuerzos globales para producir energías más limpias y menos contaminantes.
El reto de la descarbonización para Pemex
Ballesteros y Andrea Furnaro, autoras del reporte “Pemex y la transición energética: respuestas oportunas a retos crecientes”, indican que Pemex no está bien preparada para enfrentar un escenario de menor demanda de hidrocarburos. A pesar de que su plan de negocios de 2022 reconoce los riesgos asociados a la transición energética, no especifica cómo los abordará. En marzo, Pemex presentó un plan de sostenibilidad enfocado en la reducción de emisiones, pero no profundiza en los riesgos relacionados con la caída de precios y demanda de petróleo.
El reporte sitúa a Pemex en el puesto 11 entre las 58 empresas estatales más expuestas al riesgo de la transición energética. Las petroleras estatales, que representan el 55% de la producción mundial de petróleo, avanzan más lentamente en sus planes de descarbonización en comparación con las grandes compañías petroleras internacionales.
Futuro de las petroleras estatales
Las petroleras estatales, además de sus objetivos comerciales, buscan garantizar el acceso a energía y desarrollo económico. Sin embargo, están sujetas a ciclos políticos que dificultan la planificación a largo plazo.
La transición hacia energías más limpias implica desafíos para Pemex y otras petroleras estatales y oportunidades para innovar y diversificar sus fuentes de ingresos, apostando por tecnologías renovables y eficiencia energética para asegurar su viabilidad futura en un mercado en transformación.
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Fuente: oilandgasmagazine
Foto: Shutterstock