La EHU nanoagujas de cobre que captan el 99,5% de la luz solar en torres solares

Las nanoagujas recubiertas con óxido de zinc superan a los nanotubos de carbono y captan hasta el 99,5 % de la luz solar.
Nanoagujas de cobalto

La Universidad del País Vasco (EHU) ha dado un paso firme en el campo de la energía solar térmica. Su grupo de investigación en Propiedades Termofísicas de Materiales ha demostrado que unas diminutas estructuras llamadas nanoagujas de cobaltato de cobre, recubiertas con óxido de zinc, pueden absorber hasta el 99,5% de la luz solar.

Este resultado supera en eficiencia a los nanotubos de carbono, ampliamente usados en otras aplicaciones, pero descartados para torres solares por su escasa resistencia al calor y la humedad. Las nuevas nanoestructuras analizadas por la EHU, además de presentar una eficiencia superior, resisten condiciones extremas, lo que las convierte en candidatas ideales para los receptores solares.

Qué cambia en la tecnología de concentración solar

En una torre solar, cientos de espejos concentran los rayos del sol sobre un receptor ubicado en lo alto de la estructura. La clave del rendimiento de estas instalaciones está en la capacidad del material absorbente para captar la máxima radiación posible.

Actualmente, los materiales como la silicona negra alcanzan una absorción del 95%, pero los nuevos desarrollos del equipo vasco podrían llevar esa cifra más allá. Al cubrir las nanoagujas con óxido de zinc, se ha conseguido incrementar la absorción hasta el 99,5%, un nivel que roza la captura total de la luz incidente.

Colaboración internacional y validación en laboratorio

Este trabajo se ha llevado a cabo en colaboración con la Universidad de California en San Diego, institución que ya ha patentado el diseño original de las nanoagujas. Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista científica ScienceDirect, lo que refuerza su relevancia internacional y validez académica. La EHU, con herramientas desarrolladas en su propio laboratorio y una infraestructura única para ensayos a altas temperaturas, ha realizado una caracterización termoóptica completa del material.

La estabilidad térmica y la capacidad de absorber radiación en condiciones reales posicionan este avance como una alternativa tangible para mejorar la eficiencia de las centrales solares térmicas. Aunque el uso comercial aún depende de factores políticos y de inversión internacional, como los asociados al Departamento de Energía de EE. UU., los datos científicos son contundentes.

Nuevos recubrimientos y más conductividad

Los investigadores de la EHU no se detienen. Actualmente, están desarrollando recubrimientos adicionales para estas nanoestructuras con el fin de seguir optimizando sus propiedades ópticas y su conductividad térmica. El objetivo es maximizar la transferencia de calor y facilitar el almacenamiento de energía en sales fundidas, un método ya extendido para conservar energía térmica durante horas sin sol.

Este tipo de investigación marca una diferencia en el panorama de las energías renovables, especialmente en zonas con alto potencial solar como Andalucía, donde estas tecnologías ya se están probando.

La EHU se consolida así como un actor clave en la carrera por una energía solar más eficiente, más resistente y con mayor capacidad de integración en las redes eléctricas del futuro.

Fuente y foto: Universidad del País Vasco