El Birmingham Blade, es la primera turbina eólica urbana diseñada específicamente para adaptarse a las condiciones de viento de una región geográfica. Fue desarrollada por EvoPhase, un especialista en diseño impulsado por inteligencia artificial, en colaboración con los fabricantes de metales KwikFab.
La turbina Birmingham Blade hecha para las ciudades
Este modelo de turbina está optimizada para vientos de hasta 10 metros por segundo. El Birmingham Blade se ajusta a las velocidades mucho más bajas típicas de la ciudad de Birmingham, alrededor de 3,6 metros por segundo. Tras implementar un enfoque de diseño evolutivo impulsado por IA, EvoPhase analizó más de 2000 modelos de turbinas en semanas, seleccionando la mejor opción para maximizar la eficiencia y adaptarse a los tejados de las ciudades.
“El uso de la IA fue clave para explorar posibilidades más allá de los diseños típicos”, afirmó Leonard Nicusan, CTO de EvoPhase. Este enfoque permitió crear un diseño compacto, ligero y hasta siete veces más eficiente que las turbinas actuales, garantizando tanto viabilidad en fabricación como facilidad de instalación.
La fabricación de este diseño innovador fue posible gracias a KwikFab, que ha producido el primer prototipo para pruebas en Birmingham. Este modelo no es un simple experimento: es una solución diseñada para integrarse en el mundo real, con aplicaciones futuras planeadas en otras ciudades como Edimburgo.
La turbina eólica es optimizada por KI y configurada para una mayor eficiencia energética.
Fuente: Republic News Deutsch
La turbina Birmingham Blade destaca por su eficiencia, y su increíble capacidad para adaptarse a las necesidades específicas de cada ubicación. Esta innovación aumenta las posibilidades, en la creación de nuevos sistemas energéticos más sostenibles y accesibles, ofreciendo una solución práctica para generar energía limpia en urbanismos y pequeñas ciudades.
¡Síguenos en las redes sociales y no te pierdas ninguna de nuestras publicaciones!
YouTube LinkedIn Facebook Instagram X TikTok
Fuente y fotos: University of Birmingham