Entra en operación en EE. UU. la planta insignia de reciclaje de Princeton NuEnergy (PNE), ubicada en Chester, Carolina del Sur. Esta instalación marca un antes y un después al tratarse de la primera en el país que produce masa negra avanzada y materiales catódicos activos NCM y LFP a escala comercial.
Planta de reciclaje con menor impacto ambiental
La planta de producción de reciclaje Advanced Black Mass (ABM™) utiliza el sistema LPAS™ de separación asistida por plasma a baja temperatura, una tecnología exclusiva de PNE que permite recuperar materiales críticos sin los procesos agresivos de la pirometalurgia convencional.
Este enfoque ha demostrado ser más sostenible, con una huella ambiental 69% menor y una reducción del 38% en costes operativos.
Con una capacidad actual de 5000 toneladas al año, la planta de Chester está diseñada para escalar hasta 15.000 toneladas en 2026 y alcanzar 50.000 toneladas conforme crezca la demanda. Esta capacidad productiva local aporta seguridad energética al país al reducir la dependencia de importaciones y consolidar una cadena de suministro de baterías completamente nacional.
Trazabilidad, calidad y cumplimiento normativo
PNE ha logrado operar esta instalación bajo estrictos procedimientos operativos que garantizan la trazabilidad y calidad del material reciclado. La tasa de recuperación ya supera el 97%, situándose por encima de los estándares industriales actuales.
La empresa continúa ampliando su presencia con una planta piloto en Texas y un centro de validación de materiales en Princeton, Nueva Jersey. Este último es el mayor de su tipo en el noreste del país y permite certificar la calidad del producto reciclado para fabricantes de baterías.
Con más de 55 millones de dólares en financiación provenientes de aliados como Honda, Samsung y el Departamento de Energía de EE. UU., Princeton NuEnergy consolida su posición como actor clave en la transición energética y la reutilización eficiente de materiales estratégicos.
Fuente y foto: Princeton NuEnergy