Por: Lcda. Arianna F Naveda, Inspenet. 21 junio 2022.
Las criptomonedas han ganado popularidad y confianza en todo el mundo durante la última década. Lo que inició como una estrategia poco común, se convirtió en la alternativa económica preferida. No obstante, la minería de criptos no es amigable con el planeta.
De acuerdo a las más recientes estadísticas, para generar criptomonedas, las “granjas” o centros de datos compuestos por cientos de computadoras para “minar”, deben mantenerse activas las 24 horas, los 365 días del año para poder generar los cálculos que el sistema solicita y producir criptomonedas.
La demanda de cada cripto es diferente. En el caso del Bitcoin, se usan unos 204 teravatios por hora de electricidad al año. Esto representa el consumo de toda Tailandia y su efecto negativo en el ambiente es casi igual a la contaminación generada por todo un país, como la República Checa, según datos de Digiconomist.
El problema de este sistema que ha resultado muy lucrativo, es que su fuente de energía proviene de combustibles fósiles, por lo que ha resultado urgente, cambiar los métodos. De lo contrario, la minería de criptomonedas, pasará a ser parte de un problema mayor.
Ante esta situación, surgen varias propuestas, como la Green Coin o moneda verde, una iniciativa de la Fundación EcoConciencia y el Centro Internacional de Formación para Autoridades y Líderes (Cifal) Argentina, organismo dependiente de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y que cuenta con el respaldo del Fondo de Transición Energética de Luxemburgo.
Según Rodolfo Tarrauebella, director de la fundación y de Cifal Argentina, el proceso de minado en este caso despierta la necesidad de reducir las emisiones de gases efecto invernadero y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, por medio de estrategias como la carga de combustible de transición energética, lo que ayudaría a reducir la emisión de CO2.
El vertiginoso aumento de “minas” de criptomonedas en Argentina, ha despertado la preocupación de muchos ecologistas que apuestan por estas alternativas menos nocivas para el entorno y que podrían ayudar a que la economía evolucione hacia un futuro más verde.
Redactora: Lcda. Arianna Flores Naveda.
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